Eduardo Palomera, farmacéutico: “Compartir la  toalla del baño puede tener consecuencias para tu salud porque acumulan hongos y bacterias”

CONSEJOS

El farmacéutico alerta que compartir las toallas de baño puede provocar diferentes enfermedades como pie de atleta, irritación, o foliculitis

Eduardo palomera, farmacéutico

Eduardo palomera, farmacéutico

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El baño es el sitio donde más humedad se acumula de una casa. Las toallas y el agua caliente que se usa para ducharse o darse un baño facilitan este ambiente húmedo. Las toallas reúnen las condiciones ideales para el crecimiento de los microbios: humedad, calor, residuos de la piel o sudor. Las fibras de la tela pueden retener agua y actuar como fómites, es decir, cualquier sustancia que transportan patógenos. 

El farmacéutico Eduardo Palomera explica en sus redes sociales las consecuencias que puede tener compartir la toalla del baño para tu salud. Detalla que aunque nos parezca “inofensivo” las toallas son un objeto que acumulan “hongos y bacterias”, que provienen de la piel, del sudor y otros fluidos corporales. Y advierte que al compartirlas “estos microorganismos pueden pasar a tu piel a través de poros o pequeños cortes dando lugar a diversas infecciones”. 

Las toallas pueden convertirse en el refugio perfecto para muchas bacterias y gérmenes iStock

Las toallas pueden convertirse en el refugio perfecto para muchas bacterias y gérmenes (iStock)

Monika Wisniewska Amaviael

El experto apunta que el hecho de compartir las toallas puede provocar que suframos pie de atleta, irritación, o foliculitis. Además, según señala la humedad facilita que estos microorganismos proliferen rápidamente, por ello, recomienda que lo mejor es “utilizar siempre tu propia toalla, la laves con frecuencia y te asegures de que esté seca cuando la utilices”. 

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Algunas de las bacterias que se pueden encontrar en toallas usadas son los coliformes. Además, también se pueden hallar bacterias de la piel como Staphylococcus aureus, que pueden resistir en tejidos incluso un mes en determinadas circunstancias. La capacidad de transferencia, es decir, que al tocar la tela el virus o bacteria pase a otra superficie disminuye en superficies porosas, pero no desaparece. El principal riesgo no es que una toalla contamine como fuente primaria de la infección, sino que actúe como vehículo para transferir agentes patógenos que ya estaban presentes. 

La frecuencia con la que es necesario lavar las toallas y los trapos de cocina siempre despierta un gran debate. Según los expertos, lo ideal sería lavar las toallas de baño cada 2 o 3 usos, incluso más frecuentemente en condiciones de alta humedad. En el caso de los trapos de cocina, se recomienda que la frecuencia sea aún mayor, ya que están en contacto con alimentos. Para lavar estos objetos es preferible utilizar agua caliente e incluir un desinfectante o lejía oxigenada, si el tejido lo permite.

Los expertos recomiendan lavar las toallas de ducha cada 2-3 usos (iStock)

Los expertos recomiendan lavar las toallas de ducha cada 2-3 usos 

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Otro de los consejos de los expertos es asegurarse que la toalla ha quedado completamente seca después de su uso y evitar dejarlas húmedas o dobladas. El secado al sol o con una buena ventilación ayuda mucho a reducir los microorganismos. Y sobre todo, si una toalla huele mal de forma persistente, o le salen manchas negras que no se van, o está muy deteriorada, es mejor reemplazarla. 

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