Sonja Lyubomirsky, psicóloga experta en felicidad: “Si hoy quieres ser más feliz, ten una conversación con alguien. Puede ser con tu mamá, un amigo, tu vecino o incluso con un camarero”
Longevidad
La felicidad es uno de los aspectos clave, según los profesionales, para disfrutar de una vida longeva y plena
Sonja Lyubomirsky, psicóloga experta en felicidad.
Si hay algo que el ser humano persigue durante toda su vida, es la búsqueda de la felicidad, un estado de ánimo que promete una vida plena, relacionada con la salud física, mental y social, vivida con plenitud, alegría y, sobre todo, paz interior. Algunos la materializan en el ámbito laboral, otros en formar una familia, y otros en un objetivo concreto. Sin embargo, la felicidad es un estado subjetivo, cuyo significado es diferente para cada individuo.
Charla entre Dan Buettner y Sonja Lyubomirsky.
Lo que sí está demostrado es que una persona feliz tiene menos probabilidades de padecer enfermedades y más posibilidades de vivir más tiempo. Así lo explica la psicóloga Sonja Lyubomirsky, quien ha dedicado gran parte de su carrera a investigar los factores que permiten alcanzar una vida más plena.
En una charla con el experto en longevidad, Dan Buettner, Lyubomirsky reveló que, si tuviera que resumir sus 25 años de investigación, la clave de la felicidad se resume en dos palabras: conexión social. Esta se construye a través de tres pilares: la gratitud, la amabilidad y la sociabilidad. La primera puede expresarse en actos tan sencillos como dar las gracias o escribir una carta, lo que genera un lazo más profundo con la otra persona.
La segunda se refiere a realizar actos de bondad sin esperar nada a cambio, fortaleciendo así los vínculos. Y la tercera consiste en aumentar las interacciones sociales, aunque sea con desconocidos. Lo ideal es que sean encuentros presenciales, sin embargo, también sirven las conversaciones por teléfono o videollamada. “Si hoy quieres ser más feliz, ten una conversación con alguien. Puede ser con tu madre, un amigo, tu vecino o incluso un barista”, afirma.
Las personas más felices viven más, tienen menos enfermedades, se recuperan más rápido y hasta viven más tiempo
La conversación y la escucha activa se convierten en el verdadero eje de la conexión humana. “El factor más importante de la felicidad, en dos palabras: conexión social. Si quieres hacer una sola cosa hoy para ser más feliz, solo ten una conversación con alguien”, enfatiza la experta. De hecho, la ciencia confirma que estas pequeñas acciones tienen el poder de mejorar el bienestar inmediato.
Estas conclusiones provienen de su investigación junto a Kennon Sheldon y David Schkade titulado Pursuing Happiness: The Architecture of Sustainable Change (2005), donde demostraron que la felicidad está determinada en un 50% por la genética, en un 10% por las circunstancias externas y en 40% por aquellas acciones intencionales que realizamos para mejorar nuestro bienestar, como fortalecer las relaciones sociales.
Uno de los errores más comunes en la búsqueda de la felicidad es creer que depende de circunstancias externas. “Creemos que cambiar nuestras circunstancias siempre nos hará felices: mudarnos, casarnos, ganar dinero… pero no funciona así”, explica. Estos cambios generan una percepción de aumento temporal de felicidad, cuando en realidad lo que ocurre es un incremento momentáneo de dopamina. El ser humano se adapta con rapidez a lo positivo, un fenómeno conocido como adaptación hedónica. “Nos adaptamos muy rápido a los cambios positivos: el matrimonio o un nuevo trabajo nos dan felicidad… pero en dos años volvemos al mismo nivel”, señala.
Por naturaleza, los seres humanos se adaptan con rapidez, lo que hace que esa sensación placentera se estabilice con el tiempo. Por ello, insiste en que “la felicidad está más dentro de nosotros que afuera”. Si dependemos exclusivamente de factores externos, a la larga estos nos conducirán a la decepción. En cambio, trabajar en la autoestima y la autorreflexión genera un bienestar más sólido, tanto individual como colectivo.
Lyubomirsky también señala que la felicidad va más allá del estado de ánimo:“Las personas más felices viven más, tienen menos enfermedades, se recuperan más rápido y hasta viven más tiempo”, relata. Esto demuestra que la felicidad, no es solo un deseo humano universal, sino también un camino validado por la ciencia para alcanzar una vida más longeva.