Tomarse el tiempo necesario para que algo crezca no siempre es fácil, pero a menudo es la única forma de lograr resultados duraderos. En los procesos de desarrollo personal, el progreso no siempre es visible de inmediato, y esa aparente quietud puede llevar a abandonar demasiado pronto. Sin embargo, entender que muchas transformaciones profundas ocurren en silencio es una lección clave para sostener el cambio a largo plazo.
Jordi Segués, experto en desarrollo personal, comparte esta idea con claridad en una de sus últimas publicaciones en TikTok, plataforma en la que ya suma casi tres millones de seguidores. “Si siempre cambias de tren porque no se mueve justo cuando te subes, jamás saldrás de la estación”, afirma.
El mensaje no podría ser más claro. Muchas veces, las personas abandonan sus metas, ideas o proyectos demasiado pronto. Se suben al tren, pero al no ver movimiento inmediato, bajan y buscan otro. Así, entran en un ciclo de búsqueda constante que no permite arraigar nada a largo plazo. En palabras de Segués, esa falta de constancia impide avanzar.
Esperar también es avanzar
Como una planta: lo importante necesita tiempo
El desarrollo personal, como cualquier proceso que involucra crecimiento real, necesita madurar con el tiempo. No siempre hay señales visibles de que algo está funcionando, y ahí es donde entra la importancia de sostenerse, incluso cuando no parece haber resultados inmediatos.
La falta de paciencia impide avanzar
Para reforzar esta idea, Segués utiliza otra imagen: la del crecimiento natural. “Las plantas tardan meses en dar fruto a partir del momento en que las siembras. Es lo mismo. Ten paciencia. Riega y cuídalas”, dice en su vídeo. Una frase breve, pero cargada de sentido.
Aplicada al desarrollo personal, la metáfora resulta muy clara, ya que no basta con tener intención, también hay que tener compromiso. Cuidar, regar, esperar, y sobre todo, confiar en que lo que no se ve hoy está trabajando bajo la superficie.
Parte del mensaje de Jordi Segués invita también a cambiar la forma en que interpretamos la quietud. Que algo no esté dando señales visibles de progreso no significa que esté estancado. Al igual que una semilla necesita tiempo bajo tierra antes de brotar, muchos procesos humanos requieren tiempo antes de dar resultados externos.
La impaciencia puede llevar a confundir esa pausa con fracaso, y por eso sus palabras resuenan: “Las cosas grandes tardan en moverse”. Reconocer esto no solo alivia la ansiedad, también permite tomar decisiones más firmes y menos reactivas.


