El bienestar físico y emocional es uno de nuestros principales objetivos vitales. Tal y como ocurre con el cuerpo, el cerebro sufre las consecuencias del día, cada uno distinto del anterior. Tan pronto como nos despistamos, podemos sentir dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones. El cuerpo debe estar limpio por dentro y por fuera, pero la mente también merece una atención especial.
Las molestias pueden trasladarse al cuerpo de formas muy dispares, siempre que no seamos prudentes a la hora de cuidarnos. Una poco agradable, y que puede presentarse de distintas formas, son los herpes. Isabel Viña, nutricionista de profesión y divulgadora médica en redes sociales, compartía con sus seguidores en TikTok sus consejos para evitarlo, respondiendo a una llamativa pregunta: “¿Por qué cuando tengo estrés me sale un herpes en los labios?”.
“Ya sabéis que el herpes labial está causado por el virus del herpes simple tipo 1. Una vez que nos infectamos por primera vez, nuestro sistema inmune es capaz de combatirlo, pero no lo elimina por completo. Parte de ese virus se queda guardado, se queda acantonado en nuestros ganglios linfáticos, atento a cuando tengamos una caída de nuestras defensas para tener vía libre de salir y volver a producirnos otra lesión”, exponía.
“¿Y qué vínculo hay entre el estrés y la aparición de herpes? Porque el estrés, entre otras cosas, eleva el cortisol. El cortisol elevado disminuye nuestras defensas, concretamente disminuye la actividad de los linfocitos T y NK, que son precisamente los encargados de mantener a raya y acantonado y guardado al virus. Cuando tenemos estrés se eleva el cortisol, disminuye la actividad de estos linfocitos y el virus tiene otra vez vía libre para salir y producirnos lesiones”, contaba.
Consejos prácticos
“¿Qué podemos hacer? Una vez que ya hemos tenido un herpes, tenemos que saber que tenemos mayor predisposición a que nos vuelvan a salir, y por tanto en un mundo ideal os diría que regulásemos el estrés. Que siguiéramos un estilo de vida saludable donde practiquemos ejercicio, que además de modular el estrés, mejora el sistema inmune”, añadía. Viña recomendó una serie de complementos capaces de contrarrestar la aparición de herpes por estrés.
“Y luego hay ciertos componentes que nos pueden ayudar, como por ejemplo la vitamina D, la vitamina C, hongos como el Reishi o el Coriolus, y luego también otros compuestos como puede ser por ejemplo el calostro”, exponía, concluyendo su explicación.


