El bienestar físico y emocional es uno de nuestros principales objetivos vitales. Tal y como ocurre con el cuerpo, el cerebro sufre las consecuencias del día, cada uno distinto del anterior. Tan pronto como nos despistamos, podemos sentir dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones. El cuerpo debe estar limpio por dentro y por fuera, pero la mente también merece una atención especial.
En el aspecto físico, la alimentación saludable y el ejercicio regular son las claves más destacadas, pero a menudo cuesta mantener buenos hábitos durante un periodo extendido de tiempo. Sin embargo, esto puede reducirse a pequeños detalles, que después resultan en diferencias muy significativas. Uno de ellos lo presentaba la nutricionista Isabel Belaustegui, destacando cómo puede afectar el hecho de esperar un poco para desayunar.
“Desayunar, nada más levantarnos, nos lleva a esa pérdida de flexibilidad metabólica. Si retrasamos un poquito, aunque sea el momento del desayuno, eso ayuda muchísimo, porque vamos a estar en ayunas ya funcionando y vamos a obligar a nuestro organismo a recurrir a su energía de reserva, que está guardada, ¿dónde? En la grasa. Entonces ahí empezamos a metabolizar esa grasa que tenemos almacenada en forma de reserva”, expresaba.
“¿Y con qué romperíamos ese ayuno para empezar bien el día? Pues mira, una combinación de proteína, grasa y carbohidrato. Por ejemplo, un desayuno tradicional, el de la tostada que mencionabas, que la tostada no sea de trigo, si puede ser de centeno... o de un cereal ancestral como la espelta, el kamut (trigo oriental). Y ahora le ponemos una grasa saludable, el aceite de oliva virgen extra, por ejemplo, o untamos un aguacate maduro”, añadía.
Probar alternativas
“Ahora vamos a ponerle una proteína, que podría ser una proteína animal, un pescado, pues un salmón, por ejemplo. De desayuno. De desayuno. Se puede probar y ya veréis. Esto también no es prueba y error. ¿Cómo voy a tomar anchoas por la mañana? Bueno, tú pruebas sardinas, pues son un desayuno estupendo porque te dan una energía. Pero sin esa pesadez... No es una energía densa, es una energía que te mueve, que te motiva, que te mantiene estable toda la mañana”, insistía.
“Y me gustaría aportar un desayuno diferente que ayuda mucho en la pérdida de peso, que también choca, pero luego a la gente le encanta. Así que os lo dejo aquí de regalo”, concluía.


