El bienestar físico y emocional es uno de nuestros principales objetivos vitales. Tal y como ocurre con el cuerpo, el cerebro sufre las consecuencias del día, cada uno distinto del anterior. Tan pronto como nos despistamos, podemos sentir dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones. El cuerpo debe estar limpio por dentro y por fuera, pero la mente también merece una atención especial.
En el aspecto físico, la alimentación saludable y el ejercicio regular son las claves más destacadas, pero a menudo cuesta mantener buenos hábitos durante un periodo extendido de tiempo. Sin embargo, esto puede reducirse a pequeños detalles, que después resultan en diferencias muy significativas. Uno de ellos lo comentaba el jugador de pádel Álvaro Meléndez, destacando cómo los empachos pueden alterar de forma significativa el sueño.
“Relacionado con eso justo me pasaba mucho con la comida. Cuando comía mucho antes de dormir, había días que tenía como mucha... Bueno, sensación de no descansar, obviamente, muchas pesadillas. Y venía, y vamos, más que comprobado, en mi caso, de que comía mucho y muy tarde. O sea, esa noche era como ‘te levantas, tienes sed, estás como despierto, pero estás dormido, estás durmiendo’”, detallaba.
“Y era justamente por eso, y relacionado con eso, justamente, también he tenido momentos donde lo he estado pasando mal con resultados, con tal y cual... Y al no tener esa calma de saber limpiar o de comunicarte con tu equipo o con quien sea para poder soltar un poco, está en una rueda que no descansas, que no descansas, que no descansas y te afecta en el día a día”, sumaba. En cuanto a metabolismo, también se pronunciaba la nutricionista Isabel Belaustegui.
Poder corporal
“Cuando tenemos flexibilidad metabólica, podemos recurrir a la glucosa o a la grasa según las circunstancias. Si hemos comido y si hemos comido alimentos ricos en carbohidratos, el pan, la pasta, las galletas, la verdura, utilizamos la glucosa para obtener energía y aplicarla en las funciones vitales. Cuando estamos en ayunas o cuando comemos alimentos ricos en grasas, entonces cambian las clavijas de toda esta maquinaria que es el metabolismo y se orienta la obtención de energía a la quema de la grasa”, comentaba en el podcast A lo grande.
“Cuando tomamos el aguacate, el aceite de coco, el aceite de oliva virgen extra y qué sucede, que eso nos da una energía estable, nos ayuda a comer menos veces al día, a poder estar en ayunas sin sufrir sin bajones, sin estar ansiando un alimento. Esta flexibilidad metabólica tan valiosa la hemos heredado, es parte de nosotros y sin embargo con lo que hacemos cada día en este mundo moderno, una dieta como dices tú, basada en la glucosa, una sociedad sedentaria y estresada, esto está llevando a la pérdida de flexibilidad metabólica”, sumaba.


