La nutricionista Ana Amengual ha querido aclarar, en uno de sus últimos videos subidos a redes sociales, una de las dudas más comunes sobre la intolerancia al gluten: si eliminarlo de la dieta puede provocar que el cuerpo deje de tolerarlo. “¿Si pruebo de hacer una dieta sin gluten durante semanas, meses o años me volveré intolerante? La respuesta es no”, asegura. Según explica, existe una confusión frecuente entre el gluten y la lactosa, pese a que sus mecanismos son completamente distintos.
No es lo mismo la intolerancia al gluten que a los lácteos
Dejar de consumir gluten no te hace intolerante
“Es cierto que a las dos les llamamos intolerancia, tienen el mismo nombre, pero la lactosa es un azúcar y el gluten es una proteína, y las reacciones fisiológicas que producen esta intolerancia son totalmente diferentes”, señala Ana Amengual. Mientras que la intolerancia a la lactosa se debe a una falta de la enzima que la digiere —la lactasa—, la intolerancia al gluten tiene un origen genético e inmunológico.
La intolerancia a la lactosa es la intolerancia alimentaria más común
En este sentido, la experta distingue dos situaciones: la celiaquía y la sensibilidad al gluten no celíaca. “En el caso de la celiaquía, esto se puede ver a través de una analítica de sangre donde hay una genética positiva y unos anticuerpos que reaccionan a la exposición al gluten”, explica. Además, se confirma mediante una biopsia intestinal que permite evaluar si las vellosidades del intestino están dañadas por el consumo de gluten.
Por otro lado, Amengual recuerda que “existe la sensibilidad al gluten no celíaca, que son personas que tienen problemas digestivos y descubren que al sacar el gluten de sus vidas se encuentran mucho mejor”. Sin embargo, en estos casos no se detectan los marcadores inmunológicos de la enfermedad celíaca como tal.
La nutricionista también aprovecha para advertir de un error común: retirar el gluten antes de hacer las pruebas médicas. “Si sospechas que el gluten te sienta mal, mi consejo es que no lo retires porque para realizar las pruebas de celiaquía es importante que estés expuesto constantemente al gluten para mirar los anticuerpos y las vellosidades intestinales”.
“Si lo retiras porque te encuentras mejor sin tomar gluten y luego te haces las pruebas, lo más probable es que te salga un falso negativo”, concluye Amengual, insistiendo en la importancia de acudir a un especialista antes de modificar la dieta.

