La bióloga Mónica Pérez explicó de una manera sencilla y didáctica qué es la celiaquía, una enfermedad autoinmune que afecta a millones de personas en el mundo.
Según la especialista, esta patología no debe confundirse con una simple intolerancia alimentaria, ya que el proceso que ocurre en el organismo implica una reacción del sistema inmunitario que, al intentar defenderse, termina atacando al propio cuerpo. “La celiaquía es una enfermedad autoinmune: el cuerpo se defiende, pero termina dañándose a sí mismo”, subrayó.
Mónica detalló que la base de la enfermedad está en la genética, concretamente en la presencia de los genes HLA-DQ2 y/o HLA-DQ8. Aunque tenerlos no significa desarrollar celiaquía de manera automática, sí supone una predisposición que puede activarse ante ciertos factores desencadenantes.
“Cuando aparece un factor desencadenante (estrés, cambios hormonales, infecciones, antibióticos…), ese detector se activa. Y a partir de ese momento, cada vez que entra gluten… ¡salta la alarma!”, explicó la experta.
Sin gluten
El mecanismo de defensa del cuerpo, según la bióloga, consiste en la creación de anticuerpos llamados antitransglutaminasas, diseñados para atacar al gluten.
Sin embargo, estos “soldados” terminan equivocándose en su función. “No solo atacan al gluten, sino que también disparan contra los tejidos del intestino delgado”, señaló.
Gluten
Esta reacción provoca inflamación, daño en las vellosidades intestinales y dificultades en la absorción de nutrientes, lo que desemboca en síntomas persistentes y en ocasiones incapacitantes.
Por último, Mónica recordó que la celiaquía no es equiparable a una intolerancia, donde puede haber molestias digestivas pero sin activación del sistema inmunitario ni daño intestinal. “Entender cómo funciona tu cuerpo es un acto de autocuidado”, concluyó la especialista.



