Las personas estamos continuamente interactúan con otras. Sin embargo, es importante tener claro que no todos los vínculos que creamos a nuestro alrededor son saludables para nuestro bienestar emocional. Por esta razón, el reconocido psiquiatra José Carbonell ha querido advertir a sus seguidores del 'síndrome de la garrapata'.
''Hay personas que se levantan con energía, con ilusión, con objetivos, que tienen todo organizado, todo preparado, les gusta poder hacer deporte, tener sus proyectos, les gusta disfrutar de la vida, le gusta poder avanzar y tener ambiciones en el trabajo'', comenzaba diciendo el experto.
En el lado opuesto, se encuentran otra tipo de personas, esas que, según el especialista, siempre están como 'chupando la energía' de los demás. ''Pueden ser amigos, compañeros de trabajo, tu pareja o un familiar. Están continuamente colgándose de la energía que tú tienes y te sabotean en el día a día y tú eres consciente de que tú tienes muy claro lo que quieres hacer y hasta dónde quieres llegar, pero estas personas que están alrededor tuyo te están continuamente absorbiendo, descargándote y vaciándote'', afirmaba.
Pero lo peor no es solo eso, sino que además la persona afectada acaba haciéndose cargo de su proyecto de vida y de aquellos que se quieren subir en ese carro a costa tuya. La clave, según Carbonell, está en saber identificar a este tipo de personas. ''Pueden ser hijos, parejas, personas a las que quieres mucho, pero no es menos cierto que hay que saber poner límites. Son personas que se aprovechan de que tú tienes más energía, de que te organizas mejor y de que tienes mucha más ilusión para para no tener que hacerlo ellos'', afirmaba.
Este tipo de personas aceptan cualquier problema con una actitud positiva y sin darle vueltas de más
Tal y como señalaba el experto, se trata de una especie de adaptación. ''Piensan 'voy a aprovecharme de que ella se organiza mejor, de que va a llevar todo, de que va a hacer más cosas, de que está haciendo esto en el trabajo...Yo creo que estas personas que son un poco chupadores de energía y que se quieren hacer también partícipe de tus éxitos sin estar colaborando, son personas a las que hay que aprender a poner límites'', dejaba claro.
Por ello, insistía: ''Primero hay que identificarlos y segundo ponerles límites y poder decir, 'oye, te quiero, te respeto, pero lógicamente mis éxitos son míos, mi organización es mía, mi energía es mía y la verdad es que comparto contigo la parte que yo quiero, pero no te cuelgues de mí continuamente''.

