La psicóloga Claudia Nicolasa ha querido reflexionar sobre las emociones y el hecho de que muchas personas aún no saben identificarlas ni gestionarlas adecuadamente en su día a día. Tal y como ha explicado en una reciente publicación en su perfil de Instagram, donde acumula más de 204.000 seguidores, reprimir las emociones no las hace desaparecer, como muchos creen, sino que provoca que se acumulen, generando malestar y afectando al bienestar emocional.
''¿Alguna vez has explotado por una tontería… después de callarte mil cosas? Tragar, contener y aparentar calma no elimina lo que sientes, solo lo acumula. Y llega un momento en el que el cuerpo y la mente dicen basta incluso ante una tontería'', comenzaba diciendo.
Según la experta, las personas que reprimen sus sentimientos acaban experimentando emociones que afectan a su salud mental, como rabia, tensión y dolor. ''Igual incluso gritas. Pero no, no estás loco ni eres mala persona y tampoco estás exagerando. Es algo totalmente normal y esperable'', recalcaba Nicolasa.
Además, la especialista recordaba que ignorar una emoción, como el enfado, no implica que vaya a desaparecer. ''Paradójicamente, intentamos controlar tanto una emoción que esta nos termina descontrolando a nosotros. Y es que la realidad es que las emociones necesitan salir, y cuando no las validamos, podemos estallar e incluso podemos somatizar insomnio, cansancio, problemas digestivos o ansiedad'', aseguraba.
El miedo es una de las emociones más poderosas
La clave, según la psicóloga, es aprender a gestionar lo que sientes. ''No es debilidad, es inteligencia emocional'', aclaraba a la vez que recomendaba acudir a profesionales para poder aprender a usar herramientas que permitan manejar dichas emociones.
En otra de sus publicaciones, la experta advertía a sus seguidores que ''perdonar todo es muy peligroso''. ''Si te olvidas de lo que alguien te ha hecho en cuanto vuelve a tratarte bien, eso no es bondad, es desconexión emocional. Hay personas que han aprendido que enfadarse es peligroso, que poner límites implica perder el amor. Y por miedo al conflicto, se desconectan de su rabia, hasta que ya no saben cuándo los están dañando'', explicaba. Por este motivo, la experta insistía: ''Tu enfado no es un defecto: es un límite, una brújula, una señal de dignidad. No lo reprimas. Escúchalo''.

