El médico psiquiatra Javier Quintero ha querido ofrecer, en uno de sus últimos videos subidos a redes sociales, una visión diferente sobre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), una condición que afecta tanto a niños como adultos y que, a menudo, se asocia únicamente con dificultades de atención o impulsividad.
Javier Quintero invita a mirar más allá de los retos del trastorno para comprender que, con apoyo y un diagnóstico correcto, también puede venir acompañado de ciertas capacidades únicas.
Con apoyo y un diagnóstico correcto se pueden potenciar
Estas son 5 habilidades potenciadas en personas con TDAH
“¿Y si te dijera que tener un TDAH, además de ser un reto, podría darte algunas habilidades especiales?”, plantea el especialista. Según explica, las personas con este trastorno “tienen lo que llamamos un perfil neurodivergente”, lo que significa que “procesan la información de manera diferente al resto”. Esta forma distinta de percibir y responder al entorno, señala, puede generar también talentos naturales en varios ámbitos.
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Entre las habilidades más destacadas, Quintero menciona “una creatividad fuera de serie”. “Muchas personas con TDAH, al pensar fuera de la caja de manera natural, encuentran soluciones donde otros ni siquiera las ven”, asegura. Este pensamiento divergente, explica, puede ser especialmente útil en profesiones que demandan innovación o en entornos donde se valoran las ideas originales y la flexibilidad mental.
El segundo rasgo que menciona es el hiperfoco, una capacidad que puede resultar sorprendente en un trastorno caracterizado por la distracción. “Cuando se interesan por algo, su capacidad de concentración y su energía pueden ser imparables”, indica. Este estado de atención sostenida permite que, en áreas de gran interés personal, logren rendimientos excepcionales.
A estas características se le suma un “pensamiento muy rápido”. Según Quintero, “su mente va a mil por hora y en situaciones de crisis o donde es necesario improvisar, suelen responder de manera muy exitosa”. Esa agilidad cognitiva, unida a la creatividad, puede convertirlos en personas resolutivas y adaptables ante los imprevistos.
El psiquiatra añade dos rasgos más que definen con frecuencia a las personas con TDAH: la resiliencia y la empatía. “Han aprendido a adaptarse y a superar obstáculos. La vida para ellos no ha sido fácil y eso les da una fuerza emocional diferente”, comenta. Y sobre la empatía, destaca que “tienen gran capacidad de conectar con los otros y de comprender el sufrimiento ajeno, porque han sentido en carne propia lo complicado que es encajar”.
“No pretendo romantizar lo que es tener un TDAH”, aclara Quintero. “La realidad es que es un trastorno, no lo olvidemos. Pero con el diagnóstico correcto y las herramientas adecuadas, se pueden potenciar ciertas capacidades y habilidades tremendamente interesantes”, concluye.

