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José Astorga, experto en negociación y lenguaje no verbal: “El gesto de tocarse la hebilla del cinturón revela inseguridad y es típico de quien intenta imponerse ante los demás”

Gestos

Se trata de uno de los comportamientos que buscan transmitir autoridad y dominio frente a los demás

Los gestos inconscientes que nos delantan cuando nos sentimos atraídos por alguien, según los expertos

José Astorga, experto en negociación y lenguaje no verbal, explica qué significa el gesto de tocarse la hebilla del cinturón.

@joseastorgaoficial

El lenguaje corporal es capaz de transmitir diversos mensajes, tanto de dominancia como de sumisión, por lo que se trata de un método de comunicación esencial para todo tipo de animales. Y los seres humanos no iban a ser distintos. Existen gestos que transmiten autoridad, poder y un mayor rango social, aunque estos mensajes a menudo son percibidos de forma inconsciente. En cambio, muchas personas que recurren a ellos lo hacen de manera intencionada, por ejemplo, en ambientes altamente competitivos como el entorno empresarial o la política. José Astorga, experto en negociación y lenguaje no verbal, señala uno de esos gestos: tocarse la hebilla del cinturón. En un vídeo publicado en su perfil de la red social de Instagram, el especialista afirma que este comportamiento consiste en una estrategia para “marcar territorio”.

“El gesto de tocarse la hebilla del cinturón revela inseguridad y es típico de quien intenta imponerse ante los demás”, apunta José Astorga. Las personas que recurren a este gesto manifiestan una necesidad de control y de transmitir una imagen de autoridad y dominio hacia los demás. Diversos estudios han ahondado en el vínculo entre el lenguaje corporal y una actitud de autoridad, como es el caso del publicado en la revista especializada ‘Journal of Personality and Social Psychology’. Sus resultados evidencian que las estrategias de dominancia vienen asociadas a una serie de conjuntos distintos de comportamientos no verbales, habitualmente caracterizados por una mayor ocupación del espacio. 

Cuando el lenguaje corporal se utiliza para controlar a los demás

La comunicación no verbal para transmitir dominancia se muestra en la postura, la mirada, el tacto e incluso en la forma de vestir, asegura Ronald E. Riggio, especialista en Psicología Organizacional, en ‘Psychology Today’. En lo que respecta al papel de los ojos, uno de los gestos más claros consiste en mirar fijamente a la otra persona, sin romper el contacto visual. Esto comunica control y poder, afirma el experto. Mientras que una tendencia a evitarlo o desviar la mirada se asocia a una actitud más sumisa.

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El contacto físico igualmente representa una táctica de dominio. “Las investigaciones han demostrado que los hombres tocan más que las mujeres, a menudo para controlar o dominar”, apunta Ronald E. Riggio. Algo similar sucede cuando se invade el espacio personal de las personas, lo que puede provocar una fuerte incomodidad. Esto está vinculado a esa tendencia a ocupar un mayor espacio, como una muestra más de poder. Algo que se lleva a cabo a través de la postura, más expansiva y abierta. “Las posturas expansivas se asocian con el poder y el dominio, y las posturas contraídas con la sumisión”.