La conferencista estadounidense Mel Robbins lanzó su reflexión sobre la tendencia a vincularse repetidamente con personas que no están emocionalmente disponibles.
En una de sus últimas publicaciones compartidas en su podcast, la coach explicó que este tipo de vínculos no son fruto del azar, sino de patrones inconscientes que las personas tienden a repetir una y otra vez.
Mostrar disponibilidad emocional
“Hasta que resuelvas el problema más profundo, siempre vas a repetirlo, porque los patrones están diseñados para repetirse. No los rompes. Tienes que reemplazarlos por algo diferente”, afirmó.
La especialista se refirió a los casos en los que alguien mantiene una serie de relaciones con personas que evitan el compromiso o no muestran disponibilidad emocional.
Según explicó, “si esto es algo aislado, no hay problema. Pero si revisas tu historial de citas y descubres que sales con proyectos, personas que intentas arreglar, eliges personas no disponibles o que engañan, entonces es un patrón”.
Mel Robbins
Robbins señaló que cuando alguien repite este tipo de vínculos y, tras cada ruptura, se justifica pensando que “los otros estaban locos” o que “siempre es culpa del otro”, probablemente está frente a un ciclo emocional inconsciente que necesita ser trabajado.
Basándose en diversas investigaciones sobre el apego y la psicología relacional, recomendó hacer una pausa de al menos un año sin mantener relaciones sentimentales si se identifican patrones de este tipo. El objetivo, explicó, es comprender qué heridas o experiencias pasadas están condicionando la forma en que una persona se relaciona con el amor.
Dos amigos en un restaurante
“Tienes que averiguar qué es lo de tu pasado y de tu experiencia del amor que te hace sentirte atraído por personas que no están mentalmente disponibles para ti”, indicó.
Las palabras de la coach coinciden con los hallazgos de estudios sobre el apego adulto, como los desarrollados por la psicóloga estadounidense Sue Johnson o los investigadores Hazan y Shaver, quienes demostraron que las experiencias tempranas con los cuidadores influyen directamente en la manera en que los adultos forman vínculos románticos.
Las personas con un apego ansioso o evitativo tienden, según estas investigaciones, a involucrarse en relaciones desequilibradas o con parejas emocionalmente distantes, reproduciendo dinámicas de falta de seguridad afectiva.
Para Mel Robbins, la clave no está en “romper” estos patrones, sino en reemplazarlos conscientemente por nuevas formas de vinculación basadas en la autoestima y la madurez emocional.
Es decir, no es viable seguir atrayendo el mismo tipo de relaciones si no se cambia lo que uno como persona cree merecer. Reprogramarse, sanar y aprender a elegir distinto es el camino a optar en este tipo de escenarios.

