En su intervención en el programa Tot es mou de TV3, la nutricionista Júlia Farré analizó los errores más comunes a la hora de cenar y cómo afectan al sueño. “Uno de los problemas frecuentes es que muchas personas, sobre todo mujeres, eliminan los hidratos de carbono por la noche para no engordar. Sin embargo, esto dificulta conciliar el sueño”, señaló.
De hecho, Farré recomienda incorporar fuentes moderadas de hidratos, como una verdura con patata, una sopa con un poco de arroz o una ensalada con pasta, idealmente entre tres y cuatro horas antes de acostarse.
Café y alcohol, enemigos del descanso reparador
Cenar con conciencia y estrategia
La especialista también destacó ciertos alimentos que ayudan a descansar mejor. “El kiwi contiene serotonina y antioxidantes que favorecen la relajación, mientras que las cerezas aportan melatonina, útil para conciliar el sueño. Incluso un zumo de cereza puede ser beneficioso”, explicó.
“Para descansar correctamente no basta con comer poco; es importante incluir hidratos y frutas tres o cuatro horas antes, y evitar café o alcohol cerca de la noche”
No obstante, Farré insiste en que no solo es importante consumir alimentos “correctos”, sino también evitar aquellos que interfieren con el sueño.
El consumo de estimulantes y alcohol por la noche puede afectar de manera significativa la calidad del sueño. La cafeína, por ejemplo, puede permanecer en el organismo entre dos y diez horas según el metabolismo de cada persona, dificultando conciliar el sueño. Por su parte, muchas personas recurren al alcohol pensando que les ayuda a dormir. Sin embargo, aunque el alcohol puede provocar somnolencia inmediata, interfiere con las fases profundas del sueño y reduce su calidad.
Pero controlar estimulantes no es suficiente. La clave para un descanso adecuado, según la nutricionista, no está en comer menos, sino en elegir los alimentos correctos y mantener horarios adecuados. Como decimos, una cena con hidratos moderados, frutas “pro-sueño” y evitar estimulantes contribuye a un sueño más profundo y reparador.
En definitiva, conciliar un buen sueño requiere tanto hábitos saludables como una alimentación adecuada. Planificar la cena y moderar cafeína y alcohol puede marcar la diferencia, convirtiendo las noches en un tiempo de recuperación real para el cuerpo y la mente.


