“¿Por qué sigues siendo dependiente de esa persona por mucho que sabes que no te hace bien?”, pregunta Andrea Rosario para introducir una de sus recientes publicaciones en redes sociales. La experta en salud mental dedica el vídeo a hablar sobre las personas que se encuentran en relaciones sexoafectivas con dinámicas nocivas y que no se ven capaces de dar el paso de salir de ellas.
Esta información, apunta la terapeuta, es valiosa tanto para las personas a quienes les está ocurriendo esto como para esas personas que no lo están viviendo, pero conocen a alguien de su entorno que se encuentra en esta situación.
La psicóloga Andrea Rosario deja claro que hay muchas razones que explican que quienes se encuentran 'atrapados' en este tipo de relaciones nocivas no den el paso de salir y sigan pese al maltrato
“No es que esa persona sea ingenua y le falte voluntad”, asegura Rosario refiriéndose a quienes no son capaces de salir de este tipo de relaciones pese a saber lo nocivas que son. “Es mucho más complejo que eso”, apunta la psicóloga, quien asegura que “este tipo de relaciones pueden ser como una adicción” o incluso más difícil de dejar por distintas razones que repasa en el vídeo.
Andrea Rosario apunta que, cuando se sufre una adicción a una sustancia, como a una droga o al juego, lo que sucede es que hay un “refuerzo dopaminérgico”, es decir, “una descarga de dopamina [la hormona asociada la felicidad] que me hace ir a buscar eso para obtener placer”. Cuando la persona consume, obtiene ese placer y el cerebro refuerza la asociación entre consumir esa sustancia y la obtención de placer, explica.
En este tipo de adicciones se sigue un tratamiento de abstinencia en el que el cuerpo puede recuperar la homeostasis “sin que haya otras cosas mezcladas como una sensación de traición, sistemas de apego, cuestiones relacionadas con la identidad”, que es algo que sí sucede cuando una persona es “adicta” a una relación de pareja que le hace daño, apunta la psicóloga.
”Cuando existe una 'adicción' a esa persona, no se busca placer, sino seguridad emocional, alma, regulación fisiológica, y ya no solo se libera dopamina, también se segrega oxitocina, 'la hormona del amor'”, apunta Rosario. “Yo no puedo eliminar a esa persona tan fácilmente porque está implicado el amor, si hay dependencia o codependencia, mi identidad también se ha forjado alrededor de esta persona...”, apunta la psicóloga.
Reacciones en redes
“Qué bien explicado, me he sentido super comprendido”
“Entra en juego que la oxitocina distorsiona los recuerdos: yo recuerdo mucho más fácilmente las experiencias positivas con esa persona a la que soy 'adicta' y recuerdo muchísimo menos las situaciones dañinas, por lo que no solo tengo que tratar el vínculo en sí, sino que tengo que enseñarle al cuerpo que puedo segregar oxitocina en entornos seguros y estando conmigo misma”, concluye Andrea Rosario.

