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Los 'snacks' llegan al ejercicio físico: qué son, cuáles son sus beneficios y cómo introducirlos en nuestra rutina diaria

Salud

Estos pequeños intervalos ayudan a mejorar la circulación, disminuir la fatiga y potenciar el estado de ánimo y la productividad

Alicia González, psicóloga: "Las oportunidades aparecen, aunque duren 2 minutos. Podemos utilizarlos para mirar el móvil o para tocar a nuestra pareja, para mirarla, para abrazarla" 

Los 'snacks' llegan al ejercicio físico: qué son, cuáles son sus beneficios y cómo introducirlos en nuestra rutina diaria

Getty Images

El mundo del fitness está en constante evolución. Con el fin de combatir una el sedentarismo diario, llegan los snacks de ejercicio, una innovadora propuesta amparada por la comunidad científica.

Se trata de breves episodios de actividad física, de no más de diez minutos, que se repiten varias veces a lo largo del día. Esta idea, respaldada por 48 expertos de 11 países y publicada en la Journal of Sport and Health Science, permite integrar el movimiento incluso en rutinas extremadamente ocupadas, ofreciendo beneficios similares a los de una sesión de entrenamiento prolongada.

El objetivo es reducir hasta un 60% los picos de glucosa

Los snacks de ejercicio surgen como respuesta a la creciente inactividad física en personas con jornadas laborales frente a pantallas y ocio sedentario. 

Cualquier modalidad de ejercicio suma, sin importar la intensidad. Desde subir escaleras, hacer sentadillas, flexiones, caminar o bailar unos minutos sirven como microdosis de actividad.

Romper la inercia del sedentarismo no solo es accesible, sino que se ha demostrado que incluso pausas muy cortas pueden generar cambios positivos en el metabolismo y la salud cardiovascular.

Una mujer haciendo sentadillas con pesas en las manos

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Los beneficios de esta estrategia son tanto inmediatos como a largo plazo. Estudios revisados por el consenso internacional muestran que moverse brevemente cada media hora puede reducir hasta un 60% los picos de glucosa y bajar la presión arterial varios milímetros de mercurio. 

Además, estos pequeños intervalos ayudan a mejorar la circulación, disminuir la fatiga y potenciar el estado de ánimo y la productividad. Con solo once semanas de práctica regular, se pueden observar mejoras en la capacidad cardiorrespiratoria, el control de la glucemia y la composición corporal.

¿Cómo aplicarlo a nuestras rutinas?

Introducir los snacks de ejercicio en la rutina diaria es más sencillo de lo que parece. En el trabajo, se recomienda levantarse cada 30-60 minutos: pasear unos minutos, subir escaleras, estiramientos o ejercicios de fuerza con bandas elásticas o mancuernas ligeras.

En casa, se puede aprovechar el tiempo de espera mientras hierve el agua, limpiar o preparar la cena para realizar estiramientos, sentadillas o incluso bailar. También jugar activamente con niños o pasear al perro puede convertirse en un mini-entrenamiento efectivo.

La clave está en la constancia y la adaptación a la condición física individual. Se aconseja alternar ejercicios de fuerza, aeróbicos y de movilidad, comenzando con sesiones cortas y aumentando progresivamente la frecuencia e intensidad.

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El gran objetivo es transformar estas pausas en un hábito diario, recordándolas con alarmas, permite mantener la actividad sin necesidad de añadir tiempo extra al día.