El politetrafluoroetileno, más conocido por la denominación comercial teflón, es un polímero que comparte similitudes con el polietileno (plástico térmico), en el que los átomos de hidrógeno que normalmente lo forman son sustituidos por flúor. Aunque sus definiciones y explicaciones puedan resultar muy técnicas, su uso es más conocido para el público general: es uno de los compuestos más conocidos para el recubrimiento de sartenes y paellas.
Según Alfonso García Márquez, académico de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), su uso en la cocina “no presenta riesgo a la salud para las personas; sin embargo, se deben preferir productos que no contengan PFOA o ácido perfluorooctanoico, compuesto químico que funge como difusor de calor y que junto con el teflón hace posible que la comida no se pegue al utensilio donde se cocina”.
Sin embargo, todavía existe división de opiniones en cuanto a la propagación de sustancias tóxicas derivadas del teflón. Aunque este sea una opción económica para adquirir menaje, existen variantes que teóricamente presentan más seguridad. Así lo ha garantizado Eva Liljeström, divulgadora experta en tóxicos, durante una entrevista en el podcast A lo Grande, de Marian Gamboa. Durante la conversación que ambas mantuvieron, la especialista indagó en los presuntos prejuicios.
“Si partimos de la base que una sartén de teflón te va a costar, si nos vamos a la más baratísima del mundo, a lo mejor que vamos a estar gastando quince euros, ¿la sartén de teflón es para toda la vida o la cambias de vez en cuando? Cuando nosotros calentamos el teflón, solamente calentando el teflón emite gases que son tóxicos, por eso cuando calentamos la sartén no tenemos que estar ahí delante inhalando. Y cuando es nueva es peor”, desgranaba.
Mejores opciones
“Una vez ya está curada la sartén, empezamos a tener el momento de migración de sustancias plásticas de teflón al alimento, pero luego viene el momento de rayarla, que a mí me enseñaron ‘en el momento que está rayada, la sartén hay que cambiarla’, porque lo que ves debajo es el aluminio. Que el aluminio también es un tóxico bastante interesante, y esas sartenes —que además lo he visto esta mañana en una ferretería— ‘sartén de antiadherente de piedra’, es mentira”, recalcaba.
“Es teflón coloreado de piedra, es que eso no es piedra. Vamos a ir a una cosa menos tóxica, que es el acero inoxidable. Una sartén de acero inoxidable te dura toda la vida. Esa no la cambias, no la tiras nunca. ¿Es inocua? No, hay migración de metales pesados, puedes tener níquel puedes tener cadmio, es normal, es acero inoxidable, pero ya es menos contaminante que un teflón”, recomendaba de forma conclusiva.


