El coach y formador Jordi Segués compartió en sus redes socialez una reflexión que engloba su manera de concebir el crecimiento.
“Cada día estoy más convencido de que la clave del éxito –sea cual sea tu definición– es ser capaz de posponer la gratificación instantánea, saber esforzarte y ser constante, sabiendo que la recompensa seguramente tarde en llegar y, a pesar de ello, seguir trabajando y no abandonar”, explicó.
“Aprende a priorizarte, no se trata de ser mala persona”
Desde su perspectiva, si alcanzaras lo que deseas de inmediato, “ya lo tendrías todo; te habrías pasado el juego. ¿Entonces qué aliciente tendría tu vida? Lo bonito también es recorrer ese camino”.
Además, esta idea de dilatar la recompensa tiene un claro paralelismo con la neurociencia del autocontrol y la motivación. “La ciencia demuestra que debes parar de intentar ser siempre buena persona para tener éxito. ¿Por qué? Porque intentar complacer a todo el mundo le muestra a tu cerebro que tus necesidades jamás son prioritarias. Cada vez que dices sí cuando en realidad querías decir no… no estás priorizándote”, explicó.
Jordi Segués en un momento del vídeo
“Debes aprender a estar bien cuando decepcionas a ciertas personas; sé que suena raro, pero que se decepcionen dice más de sus expectativas que de tu generosidad. Aprende a priorizarte… no se trata de ser mala persona, solo de ser primero buena persona contigo, porque te lo mereces”, dijo.
El planteamiento de Jordi se ampara en estudios sobre la gratificación aplazada. Investigaciones sobre la capacidad de resistir la recompensa inmediata han vinculado una mayor habilidad de autocontrol con mejores resultados académicos y sociales en la infancia.
El papel de la neurociencia
Además, estudios de neurociencia han identificado circuitos cerebrales —como la interacción entre el hipocampo y el núcleo accumbens— que juegan un papel en la capacidad de esperar una recompensa futura en lugar de optar por la inmediata.
El experto añade que esta disciplina no nace de la necesidad de sacrificar la felicidad, sino de entender el valor del proceso: “La persona que tienes delante, si tiene el 80 % de lo que buscas, ya está bien… déjalo ser él mismo y luego vuelve aquí y pregúntate: ¿esto es realmente lo que quiero?”.
Con esta comparativa, se expone que el verdadero camino al éxito es el que uno escoge conscientemente, no el que se cede por presión externa.
El post de Jordi Segués tiene como objetivo comprender que el éxito no es solo un destino, sino un habitus. Posponer recompensas, priorizarte, decir «no» cuando toca y caminar día tras día con constancia son los cimientos de lo que muchos consideran “triunfo”.

