Salmón, caballa, sardinas, lubina, dorada, lenguado, merluza, rape, bacalao… El mar está lleno de vida, peces y crustáceos que conviven en harmonía. Sin embargo, según una investigación compartida por la Universidad Nacional Autónoma de México, solo conocemos un 30% de las más de 250.000 especies que viven en nuestras aguas. Aunque solo se ha explorado con éxito un 5% de los océanos, ha sido suficiente para traer grandes manjares a nuestros platos.
Aun así, puede ser difícil reconocer cuál es el pescado más saludable para nuestro cuerpo, con la intención de rebajar nuestra ingesta de carne o alimentos ultraprocesados. Ahí es donde entran expertos como María Casas, nutricionista y entrenadora de Fit Generation, la plataforma de fitness a la cual también pertenece Gonzalo Quesada. Mediante una lista por niveles compartida en su perfil de TikTok, Casas destacaba las bondades y contraindicaciones de distintos tipos de pescados.
“Los menos recomendables serán peces grandes como el pez espada, el atún rojo o el lucio. Viven muchos años y están en lo alto de la cadena alimentaria, por eso acumulan más metales pesados como el mercurio. Además, suelen tener más colesterol y grasas saturadas que otros pescados. Una opción mejor sería el salmón salvaje, la caballa o las sardinas en conserva”, aportaba, destacando como su grasa y tamaño pueden ser más beneficiosos para nuestro cuerpo a largo plazo.
“Tienen un perfil de grasas mucho más equilibrado, con ácidos grasos omega-3 beneficiosos y, al ser más pequeños, acumulan menos metales pesados. Eso sí, siguen teniendo un contenido moderado en colesterol y grasas saturadas. También en este grupo están pescados blancos como la lubina, la dorada o el lenguado”, insistía. En el tercer grupo, se encuentran los pescados blancos, con menor cantidad de grasa que sus anteriores contrapartes.
Kokotxas de merluza en salsa verde
Menos grasa, más salud
“Aquí incluiríamos pescados magros, con muy poquita grasa saturada y colesterol y menor riesgo de contaminación al ser peces más pequeños y de vida corta. Hablamos de la merluza, del bacalao fresco, rape, gallo o la pescadilla. No son los más populares, pero sí los que más te pueden beneficiar a largo plazo”, concluía la investigadora. En este grupo, el bajo nivel de grasa es crucial para que nuestro cuerpo no note otra cosa que no sean beneficios.
Según la Federación Española de Nutrición (FEN), el grupo formado por lubina, bacalao, la pescadilla, la perca y la raya es el más limpio de todos, aportando tan solo 1,3 gramos de grasa por cada 100 gramos de carne. “A esto se une su elevado contenido en proteínas de alto valor biológico, así como en vitaminas y minerales. La vitamina B12 está presente en pescado en una cantidad equivalente, e incluso superior, a la de carnes, huevos y quesos, alimentos todos de origen animal y fuente natural de este nutriente”, destaca la entidad.


