El bienestar físico y emocional es esencial para sobrevivir a un mundo cada vez más complicado. Tal y como ocurre con el cuerpo, la cabeza también sufre las consecuencias del día, cada uno más difícil que el anterior. Tan pronto como nos despistamos, podemos sentir dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones. El cuerpo debe estar limpio por dentro y por fuera, pero la mente también necesita estar en sintonía con el resto de nuestro sistema.
Una de las claves para empezar bien el día es haber dormido igual la noche anterior. Aun así, podemos contar con la influencia de múltiples factores, empezando por una alimentación inadecuada. Un hecho que ha demostrado un estudio publicado por Sleep Health, el cual desvela que alimentos como frutas, verduras y cereales integrales ricos en fibra pueden aportarnos una mejora significativa por la noche. Una investigación en la que han participado 34 personas.
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Todas ellas eran adultos jóvenes sanos, sin problemas de sueño conocidos, a los cuales se les proporcionó un monitor de muñeca para registrar sus perfiles de sueño a lo largo de varias noches. De igual forma, los responsables solicitaron el registro de su alimentación diaria mediante una aplicación. Tras varios días siguiendo esta metodología, los investigadores descubrieron que aquellos que consumían más fruta, verdura y carbohidratos complejos se despertaban menos.
“Estos alimentos aportan fibra, la cual, según hemos demostrado, se asocia con un sueño más profundo y menos ligero”, afirma Marie-Pierre St-Onge, doctora, coautora del estudio y directora del Centro de Excelencia para la Investigación del Sueño y los Ritmos Circadianos del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia. Desde su punto de vista, las cinco raciones de frutas y verduras recomendadas de un día pueden mejorar la calidad del sueño en un 16%.
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Más verde
“Una correcta ingesta de nutrientes puede sentar las bases para un mejor descanso. El sueño es un proceso bioquímico que depende de una cascada de neurotransmisores, enzimas, cofactores y otras sustancias químicas”, añade el doctor W. Christopher Winter, neurólogo y especialista en medicina del sueño de Charlottesville Neurology and Sleep Medicine. El investigador también insistía en añadir más fruta y verdura a la dieta para mejorar la calidad del sueño, además de llevar unos hábitos nocturnos más positivos.
“El sueño es como el botón de reinicio nocturno del cuerpo. En el cerebro, las neuronas “limpian la casa”: los productos de desecho tóxicos se eliminan, los recuerdos se procesan y almacenan, y se forman nuevas conexiones. Al mismo tiempo, ciertas regiones cerebrales se “desconectan” para recuperar energía, mientras que otras (como las relacionadas con el aprendizaje y la creatividad) permanecen activas, reorganizando y fortaleciendo lo que has experimentado durante el día”, comentaba el doctor Merijn van de Laar, autor del libro Cómo dormir como un cavernícola.


