La comunicación no verbal juega un papel decisivo cuando se trata de seducción. Aunque muchas personas centran sus esfuerzos en lo que dicen, y por supuesto que es importante, el cuerpo suele revelar mucho más de lo que creemos.
La importancia del lenguaje no verbal cuando se está ligando
Cristina Soria, experta en lenguaje no verbal y divulgadora en televisión y radio, explica que existen señales claras que pueden indicar si nuestra presencia está generando atracción o no. “Las mujeres solemos mostrar más la parte del cuello, inclinamos más la cabeza y también las muñecas… dejar visibles las muñecas y el cuello es un gesto que se muestra mucho. Tocarse el pelo también es un gesto muy seductor”, afirma. Estos indicadores, asegura, permiten interpretar si la otra persona está cómoda, receptiva o si, por el contrario, siente incomodidad.
La postura corporal es clave para saber como se está sintiendo la otra persona
Antes de interpretar estos gestos, los especialistas recomiendan tener en cuenta el contexto. No es lo mismo analizar el lenguaje corporal en un lugar frío, donde por lo general las posturas se vuelven más cerradas, que en un ambiente cálido y relajado. Además, cada persona tiene hábitos propios: alguien puede cruzar los brazos por costumbre, no por rechazo. Por eso, los expertos recalcan que nunca debe sacarse una conclusión basándose en un solo gesto aislado, sino en un conjunto de señales que se repiten y se refuerzan entre sí.
Soria señala también que las posturas masculinas suelen ser más expansivas y, en ocasiones, pueden invadir el espacio personal de la otra persona. “Los hombres… se colocan en una posición que invade más a la mujer cuando le están seduciendo”, comenta, dejando claro que si hay una reacción de alejamiento o giro corporal es una señal de incomodidad. De ahí que evaluar la distancia íntima sea clave: si la otra persona se acerca, mantiene la postura abierta o reduce la distancia sin tensarse, es una señal favorable, si por contra retrocede o se bloquea, es momento de replantear la estrategia.
En ese punto, obviamente, el respeto es fundamental, y esta observación de los gestos de la otra persona debe utilizarse para evitar incomodidades y actuar siempre con prudencia.
En cambio, cuando aparece atracción física, el lenguaje no verbal lo deja aún más claro. Se dan miradas mucho más prolongadas, fijas, poniendo la atención en los labios, o la conocida “mirada triangular”, que alterna ojos y boca, son señales directas de interés.
Hay una base científica en todo esto
Hay estudios sobre cognición social que han demostrado que las reacciones inmediatas, como un ceño fruncido o una mirada hacia otro lado, suelen ser respuestas auténticas antes de que el cerebro tenga tiempo de filtrarlas, y pueden decir mucho de lo que está sintiendo la persona en ese momento.
También se han llevado a cabo investigaciones sobre las neuronas espejo, que son las que provocan que imitemos los movimientos de aquellos que nos atraen, reflejando de manera inconsciente la conexión y afinidad que hay entre sí.
En definitiva, ligar no depende solo de lo que se dice, sino de saber leer, y respetar, las señales que el cuerpo transmite.

