Más de la mitad de los trabajadores no tiene tiempo para comer de manera saludable y uno de cada cuatro improvisa a diario lo que come. Esto hace que, con frecuencia, la dieta sea francamente desequilibrada.
Sabiéndolo, es importante contar con opciones para poder solucionarlo y encontrar comidas con un mínimo de calidad. La doctora Magda Carlas lo explica en el nuevo capítulo del podcast Respostes que alimenten, donde analiza distintas posibilidades, con sus pros y contras.
Dra. Magda Carlas
“Un bocadillo a la hora de comer puede ser una buena improvisación. Sobre todo, si el pan es de calidad e incluye algún ingrediente vegetal”
Una de ellas es el clásico bocadillo, que, contrariamente a lo que solemos pensar, no es tan mala idea. Según la doctora Carlas, “un bocadillo a la hora de comer puede ser una buena improvisación.
Sobre todo, si el pan es de calidad y el bocadillo incluye algún ingrediente vegetal”. En este sentido, opina que “si lo llevas hecho de casa, es ideal: sabes lo que hay y en qué cantidad”.
Muchos trabajadores improvisan el almuerzo en el trabajo comprando comida preparada
Otra opción es comprar un plato preparado, pero en este caso también hay que ser cauteloso. “Hay que adquirirlo en un establecimiento de calidad y mirar con atención los ingredientes del producto”, avisa la nutricionista. “Es imprescindible revisar las etiquetas para saber, por ejemplo, qué aceite contiene o cuánta sal”.
A veces, sin embargo, no queda más remedio que ir al supermercado y comprar algo. La doctora es clara: “Si compramos alimentos, deben ser poco procesados y, como siempre, mirar las etiquetas. La fruta, los frutos secos o los yogures son buenas opciones”.
“Si compramos un plato preparado, hay que revisar los ingredientes. Comprobar las etiquetas para saber, por ejemplo, qué aceite contiene o cuánta sal”
Si nos ponemos en el peor de los casos y no podemos comer nada hasta más tarde porque estamos en reuniones o la urgencia del trabajo nos lo impide, hay un consejo irrefutable: “No debemos olvidar la hidratación”, dice la doctora. “Una buena solución es beber y esperar a comer más tarde. Esto es mejor que comer cualquier snack o galleta grasosa”, concluye.
Este artículo fue publicado originalmente en RAC1.

