MedLine Plus, portal médico y divulgativo especializado, destaca que los carbohidratos complejos “están hechos de moléculas de azúcar que se extienden juntas en complejas cadenas largas. Dichos carbohidratos se encuentran en alimentos tales como guisantes, fríjoles, granos enteros y hortalizas. Tanto los complejos como los simples se convierten en glucosa en el cuerpo y son usados como energía”. Estos pueden distinguirse de los conocidos como carbohidratos refinados.
Estos, como su nombre indica, han pasado por un proceso que elimina su salvado, fibra y nutrientes, como ocurre por ejemplo con el pan blanco. Hay millones de panes en todos los rincones del planeta, cada uno con sus beneficios y contraindicaciones, pero existe un método que permite a todos ellos ayudarnos con nuestra salud. El doctor Alexandre Olmos, médico especializado en Epigenética clínica, compartía desde su perfil de Instagram las claves de este sistema.
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“¿No congelas el pan antes de comerlo? Deberías empezar a hacerlo. Puede parecer algo sin sentido, pero congelar y luego descongelar el pan cambia su estructura. Y ese pequeño cambio tiene un impacto real en tu cuerpo, desde la glucosa en sangre hasta tu salud intestinal. El pan contiene almidón, un tipo de carbohidrato que normalmente se digiere rápido y eleva el azúcar en sangre. Pero cuando lo congelas y luego lo descongelas, parte de ese almidón se transforma en almidón resistente”, desgranaba.
“¿Qué quiere decir esto? Que no se digiere en el intestino delgado. Llega al colon, donde actúa como un prebiótico alimentando tus bacterias buenas. Ayuda a mantener el equilibrio de tu microbiota intestinal. Genera menos picos de glucosa porque ese almidón no se absorbe completamente. Y como no se digiere del todo, también reduce la cantidad de calorías que absorbes. El resultado, un pan que te sacia más, te desestabiliza menos la glucosa en sangre y encima cuida tu salud digestiva”, insistía.
Pan congelado
Venido a menos
Este truco podría permitir a muchas personas que, a día de hoy, no comen pan incorporarlo a su dieta. Según el último Informe Anual del Consumo Alimentario en España, publicado en 2024 por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, la ingesta de pan ha disminuido a la mitad en los últimos 20 años. El consumo anual por persona fue de 27,45 kilogramos, un 0,2% menos que en 2023. Asimismo, los españoles gastaron unos 72 euros.
El dietista Javier García, durante una entrevista en el podcast Hábito Zero, también aclaraba el carbohidrato ideal para deportistas: “en personas que machacan Ironman, maratón, tengo que buscar carbohidratos lo más refinado posible. Y dices tú: Bueno, qué incongruencia, eso no tiene salud. Ya, pero es que para esa persona, cuanto más limpio sea el carbohidrato, antes recupera. Entonces tenemos los tres elementos. Muy refinado para personas muy deportistas o personas que preparan una competición: arroz blanco, pan blanco, patatas, cereales no integrales, que es un poco contrasalud, no, no, es que aquí buscamos rendimiento”.


