Muchos hombres acuden al gimnasio convencidos de que las pesas y el ejercicio intenso eliminarán el volumen de su pecho. La preocupación por esa parte del cuerpo se convierte con frecuencia en un motivo de incomodidad personal y en un esfuerzo constante por modificar su aspecto.
La práctica deportiva puede mejorar la musculatura pectoral, pero no siempre soluciona lo que en realidad es un problema de otro tipo. En algunos casos, la persistencia del abultamiento genera frustración, ya que el entrenamiento no logra los resultados esperados. Esa situación lleva a buscar explicaciones médicas, como apunta a Guyana Guardian el doctor Alessandro Thione, cirujano estético que observa a menudo casos de hombres preocupados por una alteración que desconocen.
Alteración hormonal
Muchos hombres intentan reducir el pecho con ejercicio sin conseguir resultados
El especialista explica que cuando el ejercicio o la dieta no reducen el pecho, puede tratarse de ginecomastia, una afección que afecta entre el 40% y el 60% de los varones en España, según datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE). Afortunadamente, tiene tratamiento.
Según detalla, “las alternativas no quirúrgicas como la dieta y el gimnasio pueden ayudar en algunos casos de ginecomastia leve”. No obstante, aclara que “cuando no hay una causa corregible, la solución más eficaz y definitiva es la cirugía, que combina liposucción y extirpación del tejido glandular”.
El desequilibrio entre estrógeno y testosterona es la causa más habitual de la ginecomastia
El procedimiento permite remodelar el contorno torácico y eliminar el exceso de glándula mamaria que provoca la forma redondeada del pecho. El médico señala que el objetivo no se limita a un cambio estético, sino que también busca mejorar la autoestima de los pacientes. De hecho, considera que “abordar el problema de forma correcta no solo mejora el aspecto físico, sino que aporta un impacto muy positivo en la calidad de vida, el bienestar emocional y la confianza del paciente”.
Para entender por qué ocurre este aumento del tejido mamario, el doctor Thione precisa que “la ginecomastia es el agrandamiento patológico de una o ambas glándulas mamarias en los niños y en el hombre causado por un desequilibrio de las hormonas estrógeno y testosterona”. Añade que “las causas pueden ser diversas: cambios hormonales propios de la adolescencia o la madurez, ciertos medicamentos, así como el consumo de sustancias como alcohol, cannabis, anabolizantes o drogas recreativas”.
También explica que “se diferencia de la adiposidad pectoral porque en la ginecomastia se palpa un tejido firme o glandular bajo la areola, mientras que en la acumulación de grasa el pecho es blando y difuso”. Por eso, subraya que el diagnóstico es fundamental para evitar tratamientos ineficaces y aplicar la solución adecuada.
Thione afirma que “la ginecomastia es mucho más frecuente de lo que suele creerse y, afortunadamente, cuenta con soluciones eficaces en la gran mayoría de los casos”, aunque quizás centrarse en el pectoral en el gimnasio no sea una de ellas.

