Renate Akkerman, investigadora de la Universidad de Maastricht, expone las diferencias entre el café natural o descafeinado: “Se pierde parte del efecto estimulante”
Difícil elección
La doctora neerlandesa considera que el descafeinado sigue siendo igual de beneficioso que el normal
Tim Spector, doctor: “Los grandes estudios muestran que los consumidores de café tienen un menor riesgo de enfermedad cardiovascular”
Taza de café.
La cadena especializada Café&Té publicaba en mayo un estudio sobre la toma de café en España, una de las bebidas más recurrentes en desayunos y meriendas del país. Los “Hábitos de Consumo” constatan que el 63% de los españoles mayores de 15 años, una muestra de 22 millones de personas, consumen una taza al día como mínimo. La ingesta media se sitúa en las 3,6 tazas durante la semana laboral, mientras que se reduce a las 2,7 durante los fines de semana.
A pesar de lo mucho que se bebe en distintos hogares del país, muchos dudan de sus beneficios para el cuerpo humano. El principal suscitador de las cuestiones es la cafeína, que estimula el sistema nervioso central y reduce la sensación de sueño. De ahí que siempre surja la pregunta: ¿es mejor tomarlo normal o descafeinado? Para ello, el portal neerlandés Quest ha recurrido a Renate Akkerman, investigadora alimentaria y profesora del Campus Venlo de la Universidad de Maastricht. En su artículo, dejaba claras algunas de las diferencias entre ambos productos.
Taza de café
“Durante el proceso de descafeinización, se pierde una pequeña parte de los antioxidantes, entre un 10 y un 15 por ciento. Pero la mayor parte se conserva. Por lo tanto, las diferencias entre el café normal y el descafeinado son mínimas. La cafeína estimula la dopamina y la norepinefrina, lo que aumenta el estado de alerta y la concentración. Para los atletas, la cafeína también puede mejorar la quema de grasa y la resistencia. Esos efectos se pierden con el descafeinado”, argumentaba, tras haber indagado en distintos sistemas para retirar dicha sustancia.
A pesar de que estos procesos puedan retirar algunos elementos favorables, aunque sea en cantidades minúsculas, Akkerman dejaba claro que esto no lastra al café sin cafeína: “Los beneficios generales del café para la salud, como un menor riesgo de diabetes tipo 2 o enfermedades cardíacas, se deben principalmente a los antioxidantes, que también se encuentran en el descafeinado”. Asimismo, destacó otro factor llamativo del proceso de descafeinado: los granos pueden perder algunos de sus aromas característicos.
Mujer bebiendo café
Diferencias notables
“Esto hace que el descafeinado sea un poco más suave y menos amargo, pero con buenos granos, la diferencia es casi imperceptible. Para quienes tienen problemas para dormir, son propensos a las palpitaciones o desean limitar su consumo de cafeína, el descafeinado es una excelente alternativa. Se pierde parte del efecto estimulante, pero se conservan la mayoría de los compuestos beneficiosos”, completaba. Otra voz especializada en cantar las bondades del café es la de Tim Spector, epidemiólogo y profesor del King’s College de Londres.
“El café no sólo te despierta por la mañana, también despierta tus microbios intestinales. En el estudio, publicado en la prestigiosa revista Nature Microbiology, analizamos los datos del microbioma intestinal de más de 22.000 personas de 25 países para comprender cómo afecta el café a nuestros microbios”, exponía en un vídeo compartido en su perfil de Instagram.