Richard Restak, 83 años, expresidente de la Asociación Estadounidense de Neuropsiquiatría, no se corta sobre el deterioro cognitivo: “Nadie puede garantizar que alguien no vaya padecer demencia”
Inevitable
El neurólogo apuntaba al alcohol como principal enemigo de nuestra memoria a edades tardías
Dan Buettner, investigador, 65 años, destapa las claves de la longevidad: “Los alimentos eficaces suelen ser los que se han cultivado de forma tradicional”
Richard Restak, 83 años, expresidente de la Asociación Estadounidense de Neuropsiquiatría, no se corta sobre el deterioro cognitivo: “Nadie puede garantizar que alguien no vaya padecer demencia”
La vejez, aunque sea la última etapa de la vida humana, todavía puede dar para una gran cantidad de momentos, recuerdos y acontecimientos. Una buena dieta, combinada con hábitos de ejercicio saludables y una estructura mental positiva, permite al cuerpo aguantar mucho más tiempo de lo que uno pueda esperar. A menudo, la veteranía también supone vivir en una lotería que nunca acaba, sin saber qué te afectará. Por ello, no solo hay que respetar a los mayores, sino también cuidarlos y quererlos.
Son muchas las voces que se han pronunciado sobre la longevidad humana en distintos ámbitos, entre ellos Richard Restak. El neurólogo, expresidente de la Asociación Estadounidense de Neuropsiquiatría, concedió una entrevista al periódico británico The Guardian, en la que indagaba en una serie de patrones de comportamiento. Estos aparecen vinculados con el deterioro cognitivo a partir de los 60 años, y pueden ser la primera pista para detectar una enfermedad neurodegenerativa, como podría ser el alzhéimer.
Radiografía de un cerebro
“La mayoría de estas muestras de pérdida de memoria son pecados de falta de atención. Si estás en una fiesta y no estás prestando atención a alguien porque sigues pensando en algún asunto relacionado con el trabajo, de repente te das cuenta de que no recuerdas su nombre. Lo primero es guardar la información en la memoria, es decir, consolidarla, y luego ser capaz de recuperarla. Pero si nunca la has consolidado, no existe”, exponía. De igual forma, ponía ejemplos con los que dejar claro cuándo puede empezar la preocupación.
“Si olvidas dónde dejaste las llaves del coche y finalmente las encuentras dentro de la nevera, o la abres y está el periódico, eso es el primer síntoma de algo grave: eso va un poco más allá del olvido”, dejaba claro. Uno de los principales culpables de esta afectación es el alcohol. Un estudio publicado por el CSIC en marzo de 2023 descubría que dicha bebida “aumenta su capacidad adictiva, cambiando la geometría del cerebro, y que las alteraciones que provoca permanecen durante las seis primeras semanas de abstinencia”.
Una resonancia magnética usando el cerebro de un voluntario para el experimento BRAIN-DTI de la Estación Espacial Internacional
Cuidado con la bebida
“Antes de nuestra investigación nadie podía creer que durante la abstinencia del alcohol el daño en el cerebro progresara. Aunque la toxicidad directa del alcohol cesa al dejar de beber, vimos que los cambios en el cerebro provocados por el alcohol siguen progresando”, comentaba el investigador del CSIC Santiago Canals, responsable del grupo de Plasticidad de las Redes Neuronales del Instituto de Neurociencias, líder de dicha investigación.
“El alcohol es una neurotoxina muy, muy débil, no es bueno para las células nerviosas. Recomiendo encarecidamente a todos mis pacientes que pasados los 65 años se abstengan total y permanentemente de beber alcohol. Nadie puede garantizar que alguien no vaya padecer demencia. Yo lo comparo con conducir un coche: no se puede garantizar que no se vaya a tener un accidente, pero si se lleva el cinturón de seguridad, se controla la velocidad y se mantiene el coche en buen estado, se pueden reducir las posibilidades”, recomendaba Restak en su entrevista.