Bienestar

La dietista Michelle Routhenstein sugiere tomar café 60-90 minutos tras levantarse.

Rutina matinal

La experta estadounidense recomienda abstenerse de ingerir la primera bebida del día inmediatamente después de despertar.

Tim Spector, doctor: “Los grandes estudios muestran que los consumidores de café tienen un menor riesgo de enfermedad cardiovascular”

Taza de café

Taza de café

Joan Soldevila Adán

En mayo, la publicación especializada Café&Té difundió una investigación acerca del consumo de café en España, una de las bebidas más habituales en las comidas de la mañana y la tarde. Los “Hábitos de Consumo” revelan que el 63% de los españoles mayores de 15 años, lo que representa a 22 millones de individuos, beben al menos una taza diaria. La cantidad promedio consumida asciende a 3,6 tazas durante los días laborables, disminuyendo a 2,7 los fines de semana. Esto confirma la dependencia de cafeína entre la población española.

Aunque en nuestras casas se consume bastante, muchos cuestionan sus efectos positivos en el organismo. La cafeína es el principal foco de debate, ya que activa el sistema nervioso y disminuye la somnolencia. No obstante, la elección del momento adecuado para su ingesta es fundamental. Michelle Routhenstein, especialista en dietética cardiovascular preventiva, compartió información crucial derivada de un estudio llevado a cabo por Amy Davis, una dietista de Estados Unidos residente en Nueva Orleans.

Taza de café
Taza de caféJoan Soldevila Adán

La cafeína es un componente fundamental que la investigadora resalta para esta elección: “Actúa bloqueando la adenosina, un neurotransmisor que causa cansancio. Como resultado, la cafeína puede proporcionar un impulso de energía y concentración. También aumenta ligeramente la dopamina y la adrenalina, que contribuyen a esa sensación de euforia que muchos experimentan después de tomar café”. A pesar de ello, Routhenstein opina que sería un desacierto consumirla al inicio del día para mitigar esta consecuencia.

“Tomar café nada más levantarse es menos efectivo porque el cuerpo ya está indicando que estás despierto, por lo que la capacidad de la cafeína para bloquear la adenosina y potenciar neurotransmisores estimulantes como la dopamina y la noradrenalina se reduce. Por esta razón, es mejor esperar hasta media mañana, o entre 60 y 90 minutos después de despertar, para empezar a tomar café. El cortisol alcanza su nivel máximo al despertar y luego disminuye a lo largo del día. Por lo tanto, es posible que el café te dé un mejor subidón una vez que los niveles de cortisol empiecen a bajar”, explicaba.

Taza de café
Taza de caféGetty Images/iStockphoto

Junto con un desayuno nutritivo

Para abordar la problemática, Routhenstein dispone de un conjunto de directrices que se espera asistan a los compradores, junto con ilustraciones de las mismas. Inicialmente, la experta aconsejaba una nutrición adecuada previa a la preparación de una bebida: “Consume un desayuno equilibrado que contenga proteínas, fibra y grasas saludables antes de tomar tu café. Esto ayuda a nutrir tu cuerpo, controlar el azúcar en sangre y proporcionar energía constante durante todo el día, permitiendo que la cafeína actúe con mayor eficacia”.

“Evita edulcorantes: estos azúcares concentrados se absorben rápidamente, provocando un pico repentino de azúcar en sangre que puede provocar un bajón de energía, dejándote con sensación de cansancio y contrarrestando los posibles efectos de la cafeína”, comentaba. Por su parte, Davis recomendaba agregar proteínas, mezclando el café en un batido, o añadiendo péptidos de colágeno.