Cañellas: las llagas bucales que aparecen cada mes pueden ser un indicio de inconvenientes digestivos o de deficiencias nutricionales.
Salud
El experto detalló que las lesiones podrían indicar alguna anomalía en nuestro cuerpo.
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Xavi Cañellas, psiconeuroinmunólogo
Las llagas o boqueras recurrentes en la boca pueden parecer un síntoma menor, pero según el psiconeuroinmunólogo Xavi Cañellas, podrían estar indicando desequilibrios más profundos en el organismo. “Si te salen boqueras o llagas en la boca todos los meses, esto no es normal”, advierte.
Desde su perspectiva, la cavidad oral no debería ser considerada una unidad independiente, sino más bien el inicio del tracto digestivo, y las afecciones recurrentes podrían indicar un mal funcionamiento en otras áreas, como el intestino o la condición nutricional.
La primera parte del aparato digestivo
En su publicación, Xavi enfatiza que estas lesiones no siempre se originan por factores específicos como la tensión o un producto alimenticio irritante. “La boca es el primer órgano del sistema digestivo”, señala, y con frecuencia las llagas, fisuras o úlceras que reaparecen son señales externas de desequilibrios digestivos, desbalances en la flora intestinal, carencias de nutrientes o inflamaciones internas.
“Es verdad, ponerte una cremita puede aliviar, pero si no entendemos por qué tu cuerpo repite esto una y otra vez, el problema va a volver”, enfatiza.
La conexión entre la manifestación de aftas bucales recurrentes y afecciones internas se encuentra registrada en la investigación académica. Una investigación difundida en Journal of Oral Pathology & Medicine indica que las llagas orales que reaparecen podrían vincularse a carencias de vitaminas B, hierro o folato, además de a desórdenes digestivos tales como la celiaquía o la enfermedad inflamatoria intestinal.
Esta prueba apoya la noción de Cañellas de que esto trasciende una cuestión local, sugiriendo una posible comunicación del organismo sobre desajustes a nivel sistémico.
Asimismo, en esta revisión se detalla cómo determinados microbios bucales pueden migrar al tracto intestinal, desequilibrar la flora y fomentar la inflamación generalizada, lo que se manifiesta en la boca con llagas o aftas, y subraya la conexión entre el bienestar digestivo y la salud oral.
La opinión del especialista en la publicación deja claro que, si bien las terapias superficiales pueden proporcionar un alivio temporal para el malestar, pasar por alto el origen del inconveniente podría transformar una señal pasajera en una afección persistente.
Aconseja a las personas que experimentan estos síntomas con regularidad que busquen atención médica profesional para determinar si existen carencias nutricionales, problemas digestivos o desajustes en el sistema inmunitario.