Leire Barrutia, dermatóloga: “Cuando te cortes las uñas debes dejar borde blanco para minimizar el riesgo de infecciones”
Salud
La experta detalló tres equivocaciones comunes que suceden al recortar las uñas.
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La dermatóloga Leire Barrutia subraya: "Es crucial esterilizar las tijeras y los cortaúñas tanto antes como después de cada uso".
La dermatóloga Leire Barrutia, en su más reciente publicación en TikTok, abordó las equivocaciones frecuentes al momento de recortar nuestras uñas, una acción diaria que a menudo no se le da importancia, pero que influye directamente en el bienestar de cada individuo.
La experta ha señalado que numerosos inconvenientes comunes, abarcando desde dolencias infecciosas hasta uñas que crecen hacia adentro, se derivan de fallos menores que solemos cometer de manera constante sin darnos cuenta.
Un corte excesivo, un error que se comete con mucha frecuencia
“Es muy probable que estés cometiendo alguno de estos tres errores al cortarte las uñas”, expone Barrutia, antes de detallarlos de forma explícita. El primero, y posiblemente el más común, es podarlas en demasía. “Es importante dejar algo de borde blanco siempre en la uña para minimizar el riesgo de dolor, de infecciones y de uñas encarnadas”, indica.
Al suprimir totalmente esa barrera de protección, la uña se vuelve más vulnerable a golpes y a la invasión de microorganismos patógenos, como bacterias u hongos, sobre todo en las extremidades inferiores.
La segunda falla común se relaciona con la manera de cortar, particularmente en las uñas de los pies. De acuerdo con la dermatóloga, “en los pies es importante que no le demos nada de forma redondeada, sino que dejemos las uñas rectas”.

Al cortarlas en forma curva, tal como se acostumbra en las manos, se incrementa notablemente la posibilidad de que la uña se incruste en la piel durante su crecimiento, lo que genera malestar, hinchazón e incluso infecciones que podrían necesitar atención médica. Conservar un corte recto constituye una de las estrategias preventivas más efectivas para evitar las uñas encarnadas.
El tercer fallo se relaciona con los insumos empleados. Barrutia recalca la necesidad de inspeccionar regularmente tanto las tijeras como los cortauñas. “Es importante revisar que no haya óxido y también desinfectarlas antes y después de utilizarlas pasándoles un poquito de alcohol”, asevera. Emplear herramientas corroídas o contaminadas podría facilitar la propagación de patógenos y elevar la probabilidad de infecciones en la zona, sobre todo en presencia de lesiones menores.

La investigación científica apoya estas sugerencias. La American Academy of Dermatology (AAD) señala que dejar un margen blanco diminuto y eludir recortes excesivamente cortos contribuye a eludir infecciones y malestar, además de disminuir la probabilidad de desarrollar uñas encarnadas.
La AAD recalca la importancia de cortar las uñas de los pies de forma recta y el uso de instrumentos esterilizados para prevenir problemas en la piel.
Tal como subraya Leire en su artículo, acciones sencillas, pero llevadas a cabo con destreza y atención, pueden ser el factor determinante entre una práctica de aseo beneficiosa y una complicación sanitaria que se podría prevenir con el tiempo.
