Que un simple gesto como accionar la luz del baño acabe en amputación y una vivienda convertida en ruinas no es algo que uno se espere. Pero ocurrió. Fue en casa de los padres de Pedro Gochicoa, en Zaragoza, y no por una fuga de gas, como muchos creyeron al principio, sino por el mal uso de un producto desatascador. El bote estaba hinchado, había generado gases y, según las primeras hipótesis, una chispa eléctrica al tocar el interruptor pudo provocar la deflagración. Resultado: baño reventado, paredes desplomadas y medio dedo amputado al dueño.
La historia ha generado alarma y un montón de preguntas. ¿Cómo es posible que algo que se vende en droguerías acabe provocando una explosión? ¿Se usó mal? ¿Estaba en mal estado? ¿A quién se responsabiliza cuando el suelo se abre bajo tus pies —literalmente— tras verter medio litro de producto por el desagüe?
El truco alemán que arrasa sin riesgo
Begoña Pérez recomienda un método sencillo y seguro: lavavajillas líquido y agua muy caliente
Para responder a todas estas dudas, este lunes acudió al plató de Y ahora Sonsoles Begoña Pérez, más conocida como 'La Ordenatriz', la mujer que ha conseguido que hablar de lejía y vinagre tenga más audiencia que muchas series de televisión. Eso sí, por mucho que compartan protagonismo en la trama, no los mezcles jamás: su combinación genera gases tóxicos. Vamos, que limpias el baño… o te lo cargas.
“Lo primero que hay que hacer es leerse las instrucciones a lo bestia”, advirtió nada más sentarse, con una botella de producto en la mano y el gesto firme. Y lo segundo, pensárselo dos veces antes de mezclar cualquier cosa: “Casi te diría que la lejía no se mezcla con nada. Y el amoníaco, desde luego, con menos”. Según explicó, lo que parece una mezcla casera sin peligro puede convertirse en una bomba de relojería si se ha usado algún químico en días previos.

Tras la explosión de un baño por usar desatascador, 'La Ordenatriz' propone alternativas seguras y recuerda: “No hay que mezclar nada con lejía ni con amoníaco”
¿Su truco seguro para desatascar sin arriesgar la vida? Fácil, efectivo y digno de importar: “En Alemania desatascan con un chorretón tremendo de lavavajillas verde y cinco litros de agua muy caliente. Eso arrastra la grasa, los pelos, y todo lo que bloquea la tubería... sin explosiones”.
Pérez insistió también en que, antes de usar cualquier producto químico, se ventile bien la zona, se utilicen guantes y gafas de protección y se eviten mezclas por cuenta propia. “A veces nos creemos más listos que los fabricantes, y no. Si la lejía está sola, es por algo. No inventemos”, remató con ese estilo suyo que mezcla firmeza y sentido común.
A raíz del caso, 'La Ordenatriz' aprovechó también para lanzar un mensaje a fontaneros, aseguradoras y usuarios: “Es importantísimo saber qué se ha echado en una tubería incluso semanas antes. Los restos se mezclan, se acumulan, suben… y luego pasa lo que pasa”.
Y si alguien se sigue preguntando por qué puede explotar un baño por culpa de un tapón… tal vez haya llegado la hora de tomarse la limpieza un poco más en serio.