Cuando llega el calor, llega también uno de los mayores enemigos de la ropa blanca: los cercos amarillentos de sudor. No importa cuánto laves esa camiseta que tanto te gusta —o esas sandalias que ya no sabes ni cómo salvar—, el cerco sigue ahí, acompañado —muchas veces— de ese olor rancio que parece imposible de quitar. Hasta ahora.
Begoña Pérez, más conocida como ‘La Ordenatriz’, ha compartido en el programa Y ahora Sonsoles su receta infalible para eliminar esas manchas que, literalmente, condenan a camisetas, camisas y blusas blancas a convertirse en trapos de limpieza… y a tus zapatillas, a acabar olvidadas en el fondo del armario. Y no, no hace falta ni lejía ni productos carísimos: solo tres ingredientes que todos tenemos en casa.

¿Cercos amarillos? ¿Zapatillas que huelen mal? 'La Ordenatriz' tiene la solución definitiva con tres ingredientes que todos tenemos en casa.
La clave, según explica, está en preparar lo que ella misma llama “la fórmula mágica”: medio litro de agua, dos cucharadas de jabón rallado (sí, el de toda la vida, el verde, el de las abuelas) y un buen chorro de amoníaco. “Le das bien con esto, frotando fuerte, y adiós mancha”, asegura.
Begoña lo aplica especialmente en plantillas de zapatillas o camisetas que, con el uso, acumulan ese cerco imposible de sudor. “Funciona de maravilla, quita el cerco y, además, se lleva el mal olor”, afirma.
A diferencia de otros trucos más agresivos, ‘La Ordenatriz’ evita la lejía. El motivo es claro: aunque pueda blanquear en un primer lavado, a la larga estropea las fibras, amarillea el tejido y puede incluso deteriorar la ropa. Su fórmula casera limpia, desinfecta y conserva las prendas en buen estado.
Gazpacho, crema solar, helado o arena en el bañador
Otros trucos caseros para sobrevivir al verano
Además del sudor, ‘La Ordenatriz’ ha compartido otros trucos imprescindibles para sobrevivir al verano sin dramas textiles. Para las manchas de gazpacho o salmorejo, recomienda mezclar bicarbonato con agua oxigenada; contra la crema solar, lo más eficaz es aplicar alcohol en spray o isopropílico antes de lavar; y si la arena se queda incrustada en el bañador, basta con espolvorear polvos de talco y frotar con un cepillo para que desaparezca. “Que no te dé pereza, todo tiene arreglo”, sentencia Begoña Pérez, convertida ya en la gurú de los remedios caseros.