El mullido duro de los asientos evita la fatiga en los viajes de largo recorrido El cajón que ejerce de guantera toca las rodillas del copiloto casi siempre al abrir Punto de inflexión en el sector del automóvil, el Renault Scénic inventó en 1997 el monovolumen compacto, una tipología sobre ruedas que ha ejercido un papel de protagonista destacado en el mercado europeo durante las dos últimas décadas. Y aunque en la actualidad tenga que competir con la imparable moda SUV, la cuarta generación del carismático modelo francés cuenta con poderosos argumentos para postularse como la elección ideal de muchas familias. Tan valiente como el pionero de la especie, el nuevo Scénic no ha dudado en modificar su estructura interior para facilitar el trasiego cotidiano de los clientes. La zona trasera ya no se caracteriza por las tres butacas individuales de las generaciones anteriores. La flamante entrega del modelo francés adopta una banqueta dividida asimétricamente, montada sobre guías correderas para modular el espacio, y los respaldos pueden plegarse sin esfuerzo, pulsando un botón. A primera vista, el coche destaca por la adopción de unas preciosas y gigantescas llantas de 20 pulgadas, elemento común de serie en todas las versiones de la gama. Para evitar desagradables sorpresas al cliente cuando tenga que cambiar de calzado, se ha llegado a un acuerdo con los tres principales fabricantes de neumáticos del mundo, que garantizan un precio comparable a las ruedas de 17 pulgadas. RENAULT SCÉNIC TCE LIFE Motor Cuatro cilindros. Gasolina. Turbo Potencia 115 Cv Emisiones de co2 129 G/km Consumo medio 5,8 L Velocidad máxima 185 km/h Largo/ancho/alto 440/186/165 Cm Maletero 506 L Precio 19.000 €