Madres con etiqueta: del ‘helicóptero’ al algoritmo
Día de la madre
Mi madre nunca fue una madre helicóptero, término aplicable al modelo de crianza de esta era, en que los padres viven extremadamente pendientes de sus vástagos, como describe nuestra admirada Eva Millet en su libro Hiperpaternidad. Eran otros tiempos, los 80, con meriendas de Pantera Rosa o pan con chorizo Pamplonica, mucha calle con amigos y series de televisión de sábado por la mañana. Rara vez jugaba con nosotros, no nos hacía los deberes, no nos llevaba la mochila de camino al cole; muchas tardes, creo, no sabía ni dónde parábamos. Pero a mí, la única niña, Dios sabe de dónde sacaba el tiempo y las ganas, me hacía vestidos. De cuerpo de ganchillo y falda de flores, con lacitos en los hombros.
¿Encontrará la IA el algoritmo de la madre perfecta?... Miedo me da preguntar a ChatGPT
Mi madre, una boomer de primera generación, casaba más con el modelo superwoman, síndrome descrito en los 2000 que ataca a mujeres que no renunciaban a su ambición profesional con la llegada de los hijos. No fue tan prolífica ni tan poderosa como Ursula von der Leyen y otras políticas que aparecen en este Magazine, pero, con cuatro partos en cinco años y un trabajo a jornada completa, tenía poco margen para el ocio o la distracción. De haber existido en su época, se habría sumado seguro al club de las malas madres. Todos los domingos nos echaba de casa hasta la hora de comer; en verano, nos largaba varias semanas con los abuelos durante las vacaciones escolares.
Madre e hijo en un parque infantil de Barcelona
“Adoro estar con mis hijos, pero no voy a dejar de trabajar”, asegura unas páginas más adelante la actriz Amanda Seyfried, una superwoman versión Hollywood. De la mano de las madres millennials y las primeras mamás centennials, el helicóptero ha dado paso a la crianza slow y la educación en positivo exhibida en redes sociales. “He tenido una madre muy presente, es lo que quiero para mis hijos”, asegura en esta edición María Fernández-Rubíes, creadora de contenido en el ámbito de la moda que compagina su actividad pública con la crianza de dos hijos. ¿Encontrará la IA el algoritmo de la madre perfecta?... Miedo me da preguntar a ChatGPT.