París es uno de los destinos preferidos de los amantes de la alta costura y el estilo. Dior, Givenchy, Gaultier, Hermès… son las firmas francesas que triunfan por todo el mundo y, dos veces al año, ofrecen un espectáculo fascinante para mostrar sus colecciones de temporada. El 29 de septiembre empieza una nueva edición de la Paris Fashion Week y, como siempre, nadie quiere perdérselo: celebrities, influencers, modelos, diseñadores, periodistas y compradores llegan con la misma pregunta en mente: ¿qué se llevará la próxima temporada?
Pero si lo que quieres saber dónde se reúnen una vez los desfiles han finalizado, solo hay que acercarse al hotel Le Bristol, un establecimiento que, justo este año, cumple 100 años. En todo este tiempo ha sabido atrapar el gusto de grandes estrellas del mundo del cine, la música, la cultura, y la moda. Aquí se han alojado nombres legendarios como Coco Chanel, Cristóbal Balenciaga, Kate Moss, Kylie Jenner y Kim Kardashian. Y es que, año tras año, Le Bristol se convierte en el refugio más codiciado durante la PFW. La razón es sencilla: su hospitalidad es exquisita.
'L'art de vivre' francés
Ubicado en la elegante Rue du Faubourg Saint-Honoré, a pocos pasos de los Campos Elíseos y de las boutiques más exclusivas del planeta, Le Bristol es una joya de la hotelería parisina. Tiene 84 habitaciones y 106 suites, todas amplias y decoradas con ese lujo clásico de inspiración Luis XV y XVI. Desde acogedoras habitaciones de 40 m² hasta la imponente Suite Imperial de 320 m², cada espacio es una invitación a quedarse un poco más.
Unas de las elegantes suites del hotel
Este año, para celebrar su centenario, dos de sus suites más emblemáticas se han reinventado. La Signature Honeymoon Suite, bajo los tejados de París, ofrece vistas de la Torre Eiffel y un diseño contemporáneo que invita a soñar. Y la Suite Imperial se ha convertido en algo único: el artista George Condo, huésped habitual, la transformó en su propio atelier. Por primera vez, colaboró en la decoración de una suite de hotel, seleccionando personalmente las obras que se exhiben en su interior.
Además de su historia y su diseño, Le Bristol seduce con pequeños lujos que marcan la diferencia. Su jardín interior es un remanso de paz en medio de la ciudad, su piscina panorámica en la sexta planta regala vistas impresionantes, y el Spa Le Bristol by La Mer promete desconexión total en cada tratamiento.
Café Antonia
La experiencia no estaría completa sin su propuesta gastronómica: el restaurante Épicure, con tres estrellas Michelin, es un templo de la alta cocina francesa; el 114 Faubourg presume una estrella Michelin y una carta fresca; el elegante Café Antonia invita a charlas y confidencias, y Le Bar se convierte, al caer la noche, en el lugar favorito de las top models para disfrutar de un cóctel tras una jornada intensa de fashion week. Y si la noche pide algo más, Le Bristol After Dark mantiene la fiesta viva con buena música y el ambiente más divertido de París.
