El hotel-museo que celebra el alma del vino de Oporto
Vino y arte
El Tivoli Kopke Porto Gaia Hotel está situado en Vila Nova de Gaia y alberga en su interior una amplia colección de arte además de una bodega centenario de vino de oporto
Desde cualquier rincón del hotel las vistas de Oporto son espectaculares
Hay lugares, como Oporto, que son siempre muy apetecibles. Y es que esta ciudad, cuna del famoso vino de oporto, no solo enamora por su historia y por su imagen de postal. Además, regala un sinfín de aromas y sabores que hacen que uno no quiera marcharse sin experimentar un poco de ese savoire faire portugués. En la ribera de Vila Nova de Gaia las bodegas se alinean una tras otra, ofreciendo catas y experiencias que despiertan todos los sentidos de los amantes del vino.
En medio de este paisaje lleno de tradición, una bodega centenaria, y la más antigua del mundo en la elaboración del porto, ha renacido como un elegante hotel cinco estrellas. El Tivoli Kopke Porto Gaia no solo celebra la herencia del vino, sino que también se ha convertido en un pequeño museo de arte contemporáneo, pues entre sus estancias descansan obras maestras de artistas actuales
Caminar por el hotel es casi como recorrer una galería
Muchas pinturas son originales y otras reproducciones, pero no hay ningún rincón donde no se pueda admirar una obra de arte
Caminar por el hotel es casi como recorrer una galería. Desde la entrada, donde una Menina a gran escala de Manolo Valdés da la bienvenida, hasta los pasillos donde se exhiben réplicas de Dalí o Picasso, cada rincón merece un momento de atención. Todo esto es posible gracias a Juan Carlos Escotet, presidente de Abanca, quien posee una valiosa colección de arte del siglo XX y que en este proyecto personal ha querido dejar su huella, exponiendo parte de su inventario para que pueda ser admirado por huéspedes y visitantes.
Entre las esculturas originales llaman la atención las imponentes cabezas de Xavier Mascaró. Además, en medio del espacio, una escultura luminosa y colorida de Joana Vasconcelos conecta dos plantas del hotel, la que lleva al wine bar al restaurante Boa Vista.
Una de las magníficas esculturas de Joana Vasconcelos
La verdad es que el lugar está lleno de sorpresas. Y si uno se adentra un poco más, en la antigua bodega, donde aún reposan barricas cubiertas de telarañas, aparecen dos imponentes obras de Miró frente a una larga mesa de cata, casi como un secreto bien guardado. En el jardín, una mujer sobre un toro de Botero impone su presencia, mientras detrás, una escultura en círculos geométricos de Tulio Pinto los campaña. Pero son solo algunos ejemplos de todo lo que esconde este establecimiento.
El hotel es obra del arquitecto portuense José Carlos Cruz, y el interiorismo de la española Isabel López Vilalta. Cuenta con 150 habitaciones y suites distribuidas en tres áreas: blanco, tawny y ruby (las variedades de oporto) que se distribuyen en diferentes alturas jugando con la idea de terrazas propias de los viñedos de la zona. En cada habitación culegan preciosas fotografías de los archivos de la bodega, que muestran el trabajo y el esfuerzo realizado por los hombres y mujeres que trabajaron en la bodega.
En todas las habitaciones culegan fantásticas fotografías de la historia de la bodega y de Oporto
Y si salimos a los jardines, nos espera una espectacular piscina exterior con vistas panorámicas del otro lado de la ciudad y el río Douro. Aquí encontramos un pool bar y otras tantas esculturas. El atardecer es, sin duda, uno de esos momentos que se quedan grabados. El sol cae despacio, tiñendo el agua de reflejos dorados y la silueta del casco antiguo, con su catedral y esas casas de colores que parecen apiladas unas sobre otras, nos recuerda exactamente dónde estamos.
Y en teste entorno tan idílico no puede faltar un KopkeTonic. La verdad, se trata de una receta sencilla pero el resultado es delicioso. Media copa de Kopke Dry White, media de tónica, hielo, unas hojas de hierbabuena y una rodaja de limón. Se mezcla suavemente y listo. Refrescante, aromático y, como dicen por aquí, muito, muito, muito bueno.
Cobertura crujiente de semillas, champiñones y trufas
Restaurante 1638
La experiencia continúa en la mesa, y tiene sello español. El chef Nacho Manzano, tres estrellas Michelin, firma la propuesta gastronómica del hotel. En cada espacio se siente su influencia, pero en el restaurante 1638 (nombre que rinde homenaje al año de la fundación de la bodega) es donde despliega toda su creatividad. Allí, el menú degustación de once platos se adapta a los vinos Kopke como si fuera una coreografía perfectamente sincronizada. No hay carta, no hay pistas, solo una carta con algunos adjetivos de lo que está por venir. Cada plato se revela en el momento, convirtiendo la cena en un maravilloso viaje sensorial por el vino.
Una escultura de Manolo Valdes en la bodega centenaria
Aunque no está abierta a todos los visitantes, entre los pasillos que llevan al spa, se puede ver el interior de la antigua bodega donde envejecen más de dos millones de litros de oporto en barriles apilados. Los que llaman vintage embejecen dentro de una garrafeira, en la penumbra, encerrados entre barrotes. Una bodega del siglo XV destinada a recibir eventos y catas exclusivas.
Entre sus servicios exclusivos cuentan con una piscina cubierta de espectaculars vistas y un spa que es un santuario del bienestar donde disfrutar de tratamientos holísticos y personalizados.
Dónde: Rua do Barão de Forrester 69, 4400-034 Vila Nova de Gaia, Portugal