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Las faldas lápiz se abullonan y se fruncen a la cintura en Prada.PIERO CRUCIATTI / AFP
Un nuevo look para la oficina y un giro a la falda tableada.Alessandro Garofalo / Reuters
Destacan las cadenas y joyería incrustada en jerséis de puntoPIERO CRUCIATTI / AFP
En la nueva línea de Prada se encuentran piezas con contrastes como el flúor y las pieles.DANIEL DAL ZENNARO / EFE
Un dos piezas que da volumen y envuelve la figura femeninaDANIEL DAL ZENNARO / EFE
Bolsos usados y desgastados en la pasarela de Prada para debatir sobre la longevidad y los iconos atemporalesDANIEL DAL ZENNARO / EFE
Una pieza que evoca a los llamados vestido abrigo, más conocido por su término francés: robe manteauDANIEL DAL ZENNARO / EFE
Otra de las creaciones de la nueva colección de Prada para el próximo inviernoDANIEL DAL ZENNARO / EFE
Elegancia y vanguardia se dan cita en la pasarela de PradaDANIEL DAL ZENNARO / EFE
Tonos vivos conviven con clásicos como el pantalón de pinza grisDANIEL DAL ZENNARO / EFE
Otro diseño que recuerda al robe manteau. DANIEL DAL ZENNARO / EFE
El look de oficina se refina todavía másDANIEL DAL ZENNARO / EFE
El cuello de esta pieza recuerda a los diseños de la década de los años cincuentaDANIEL DAL ZENNARO / EFE
Un abrigo de la nueva colección Otoño/Invierno 2025 de Prada. DANIEL DAL ZENNARO / EFE
El pijama se deconstruye para crear una falda de diario. DANIEL DAL ZENNARO / EFE
Imponente chaquetón de pelo en pro de la mujer poderosaDANIEL DAL ZENNARO / EFE
Un cuerpo fruncido con un lazo anudado combinado con vaqueros de corte rectoDANIEL DAL ZENNARO / EFE
Sobre una estructura de andamios decorada con un tapiz victoriano las modelos desfilan con lo nuevo de Prada Alessandro Garofalo / Reuters
Contrastes sobre la pasarela de la Foundazione Prada.DANIEL DAL ZENNARO / EFE

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En su habitual ejercicio por experimentar y definir, o reinventar, conceptos tan solemnes como la feminidad o la belleza, Prada presenta para la próxima temporada otoño/invierno 2025 un armario repleto de contrastes en los que se detecta la funcionalidad clásica de Miucca Prada y la esencia creativa de Raf Simons.

El fruncido se luce a propósito de Simons a la cintura de faldas holgadas, mini vestidos y como cuello de jerséis oversize. De Miuccia se entrevé esa sofisticada sobriedad eterna en el armario de Prada, así como los tonos neutros con una gran presencia del gris.

Sobre una estructura de andamios decorada con un tapiz victoriano, en la colección de este dúo creativo destaca la línea de bolsos, desgastados, para jugar con el contraste entre lo refinado y lo usado, y unirse a ese desgaste intencional que en pasarela simboliza conceptos como la longevidad o aquello icónico más allá del tiempo.

Prada reflexiona así y una vez más sobre los códigos de vestimenta, los límites de la silueta y en esencia del futuro  de la moda, en constante cambio y transformación.