En una época en que la tecnología dicta el ritmo de nuestras vidas, hay algo profundamente reconfortante —casi subversivo—en detenerse a contemplar unas manos que trabajan la piel, que esculpen madera o que dan forma a un bordado centenario. Eso es precisamente lo que propone Italian hands. Artisanal stories from Italy, el nuevo y exquisito libro editado por la casa Tod’s. Un homenaje visual y narrativo a la competenza artigianale italiana, esencia del saber hacer que define y enorgullece a todo un país.
Presentado durante la Semana del Diseño de Milán en la boutique insignia de Via Montenapoleone, Italian hands celebra la excelencia del made in Italy y el estilo de vida que de él se deriva. Con dirección creativa de Matteo Procaccioli Della Valle, imágenes de Lorenzo Bringheli y edición de Annamaria Sbisa, el libro despliega una sinfonía visual y testimonial donde cada página es una defensa serena —y bellísima— del tiempo bien invertido.

Roberto Chiti es el único ejemplo en la ciudad toscana de Volterra de un taller artesanal de escultura y torneado de alabastro
El volumen se abre con un prólogo doble: el presidente de Tod’s, Diego Della Valle, reflexiona sobre el valor de lo hecho a mano en un mundo cada vez más desechable. “Este libro es un homenaje a quienes, cada día, con pasión y compromiso, contribuyen a mantener viva una parte fundamental de nuestra identidad cultural. Es un reconocimiento a quienes saben valorar la artesanía, convirtiéndola en símbolo de una calidad auténtica y atemporal, incluso para las nuevas generaciones”. Por otro lado, la actriz ganadora del Oscar Michelle Yeoh (Todo a la vez en todas partes) añade una nota de emoción global: “Las manos cuentan historias que las máquinas no saben leer”, escribe, conectando la artesanía con una memoria que es tanto humana como material.
El libro es más que una colección de oficios bellamente fotografiados. A lo largo de más de 30 historias de artesanos repartidos por toda Italia, desde los Dolomitas hasta el barroco Noto, el lector es invitado a descubrir la verdad detrás de la excelencia: la paciencia, la transmisión oral, el error como maestro, la herramienta como extensión del cuerpo.

Costanza Paravicini y sus hijas Benedetta y Margherita Medici pintan a mano platos en su estudio de Milán, Laboratorio Paravicini
Cada capítulo propone un diálogo entre un maestro artesano y una figura contemporánea que reconoce en ese saber ancestral una forma de resistencia, belleza y autenticidad. Así, el aristócrata veneciano Giberto Arrivabene, junto a Bianca di Savoia-Aosta, se sumerge en la alquimia del vidrio con el maestro de Murano Gianni Seguso; la diseñadora Madina Visconti encuentra en el experto en latón Ernesto Carati una conexión entre escultura y joyería; la artista Lola Montes Schnabel conversa en Sicilia con Rosario Spina, ceramista que aún modela la terracota con ecos barrocos; la diseñadora Margherita Missoni alaba las piezas del joyero milanés Bartolomeo Merù, y el empresario Carlo Clavarino se une a Christian Belforte, purista del pesto genovés que todavía muele con mortero sus ingredientes, siguiendo las leyes invisibles del sabor.
Este entretejido de historias no es solo un homenaje al pasado: es una prueba de que el presente artesanal está vivo, se adapta y se reinventa. En varias páginas aparecen jóvenes aprendices —muchos de ellos nietos de los maestros retratados— aprendiendo sin atajos, con respeto y ambición. Las imágenes de Lorenzo Bringheli capturan la dignidad de las manos encallecidas, los talleres bañados en luz ámbar, los gestos silenciosos de quienes transforman la materia en significado. Lejos de la nostalgia vacía, cada retrato se siente como una revalorización urgente. En un mundo de producción instantánea, el verdadero lujo es aquello que requiere tiempo; tiempo para aprender, para hacer, para transmitir.

Tras muchos años y experiencias en el mundo de la moda, Margherita Missoni, nieta de los fundadores de la firma de moda, ha creado su propia colección, Maccapani
Italia es un país de tradiciones profundas, donde la artesanía no es solo técnica: es identidad. Cada creación cuenta una historia de pasión, dedicación y maestría. Pero el valor no reside solo en las manos expertas, sino también en quienes saben mirar y valorar. En quienes comprenden que cada objeto extraordinario fue, alguna vez, una idea convertida en materia con tiempo, paciencia y amor. Por eso el libro también destaca a quienes, sin ser artesanos, han sabido detectar el valor de lo realmente auténtico: coleccionistas, comisarios, mecenas y estetas que, desde la intimidad, han compartido los nombres de aquellos en quienes confían. Son los guardianes discretos de una alquimia que nace del respeto por la belleza que no se rinde ante la prisa.
La elección de Tod’s de impulsar este proyecto editorial no es casual. Desde sus inicios, la firma ha defendido una relación íntima con el hacer artesanal. Su mocasín Gommino —pieza insignia del guardarropa italiano contemporáneo— representa esa inteligencia artesanal que conjuga tradición y modernidad, forma y función, estilo y sustancia, y que desde el respeto a su esencia, sigue reinventándose. Justamente, Diego Della Valle, acaba de ser reconocido con el premio Changemaker de la Artesanía en la tercera edición de Changemakers in Luxury Fashion, organizada por la Camera Nazionale della Moda Italiana y también nombrada Marca Internacional del Año en los WWD x Saudi Fashion Awards de Riad. Ambos galardones valoran su compromiso con situar la excelencia artesanal en el centro de la identidad del grupo.

Gommino Bubble Náutico
Rojo náutico
Maxigomminos y cordones
Con el paso del tiempo, el icónico Gommino de Tod’s no ha dejado de reinventarse sin perder su esencia. Como el Gommino City, una interpretación urbana con una suela de goma más robusta, pensada para el ritmo cosmopolita, o el Gommino Bubble (en la foto en modelo Náutico), una versión más fluida y contemporánea que transforma el mocasín original exagerando sus célebres esferas de goma
La inteligencia artificial podrá generar objetos en serie, pero carece de lo más valioso: el alma que late en cada pieza nacida del corazón y la maestría humana. Defender la artesanía es enviar un mensaje claro a las nuevas generaciones: en cada objeto único creado por manos humanas hay historia, identidad y memoria. La verdadera innovación no siempre necesita velocidad sino profundidad.