Noemí Casquet, el camino de la liberación femenina: “El sexo es una herramienta de meditación”

Entrevista

La periodista y novelista publica ‘Pirómanas’, una propuesta de liberación femenina a través de cuestionarios y ejercicios que son herramientas para conocerse y crecer sobre las cenizas de la propia realidad

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Noemí Casquet muestra en esta fotografía el tatuaje que cambió su vida

Javier Ocaña

Un tatuaje fue el detonante del cambio de vida que ha situado a la periodista Noemí Casquet (Sabadell, 1992) como uno de los referentes actuales en divulgación sobre sexualidad. Una decisión que para muchas personas es meramente estética desencadenó en ella “una crisis de identidad tremenda” y, a la vez, “en parte, me salvó la vida”. El dibujo, que ocupa casi todo su brazo derecho y “aún no está terminado”, es una combinación de signos de las mitologías hinduista y del antiguo Egipto, “dos de las que más me gustan, con las que vibro y a las que recurro”.

La autora se presenta a la entrevista vestida con ropa amplia y confortable de aire oriental, perfectamente maquillada y peinada; sus manos lucen joyas que escoge “a veces por estética y otras por su significado o su funcionalidad, especialmente algunos minerales”, y unas uñas arregladas con esmero. “Me gusta llevarlas así, me parece creativo”, explica. Un detalle: calza unos botines casi planos que parecen ser comodísimos. Su imagen transmite independencia, seguridad, personalidad y poder, algunas de las ideas que trata en su nuevo libro, Pirómanas (Ed. Planeta).

La “crisis de identidad” que asaltó a Casquet fue un punto de inflexión en una trayectoria de formación que transita de la facultad de Periodismo a un posgrado de terapia sexual y de pareja y un máster de sexología, pasando por años de aprendizaje autodidacta, de escucha de experiencias de decenas de mujeres y de sus propias vivencias. Esa trayectoria ha desembocado en Pirómanas, su octavo libro y el segundo de no ficción, ya que al inicial Mala mujer, del año 2019, le siguieron seis novelas (la trilogía Zorras, Malas y Libres, del 2020, que fue llevada a la pantalla por Atresmedia; la bilogía Cuerpos y almas, del 2021, y Éxtasis, del 2023). En esta nueva obra propone un posible camino de liberación global para las mujeres, mucho más allá del estricto campo de la sexualidad, a través de preguntas, cuestionarios y ejercicios.

Hablo de cuestiones que nos atañen a nosotras, porque el sistema no es neutral para nosotras”

Noemí Casquet

Le confieso que una vez que acabé su libro me di cuenta de que lo había enfocado mal. Como está lleno de preguntas dirigidas al lector y ejercicios, excepto en los aspectos estrictamente femeninos lo leí como si me lo pudiera aplicar a mí mismo. ¿Todos los hombres hacemos esto, que, aunque se hable de mujeres, seguimos pensando en nosotros?

De entrada, ya ha hecho algo que no todos los hombres hacen y es leerse un libro escrito por una mujer que habla de mujeres. En Pirómanas hay ejercicios y cuestiones que pueden aplicarse a la vida humana en general. Pero también hablo de cuestiones que nos atañen a nosotras, porque el sistema no es neutral para nosotras. En ese sentido, creo que es lógico que se lo llevara a su realidad porque es la que vive, pero un hombre no lo podría llevar hacia una realidad de mujer porque no sabe lo que es ser mujer en este mundo.

Hace un retrato patético de los hombres: no tenemos ni gota de empatía ni de inteligencia emocional, somos analfabetos funcionales, adolescentes perpetuos si no niños directamente, abusadores, manipuladores, sucios, brutos...

Bueno, también hablo también de adultos y hombres funcionales. De lo que estamos hablando es de una horizontalidad que durante mucho tiempo no ha existido en términos generales, y tampoco ahora. En muchas ocasiones no hay un “voy a trabajar mis emociones, voy a leer sobre inteligencia emocional, voy a hacerme responsable de mi hogar”. ¿Por qué? ¿Cuántas veces también hay hombres que se divorcian y de repente ya se gestionan todo perfectamente? A nosotras se nos induce una carga mental y física que no es justa.

Desde que renunció a vestir a la moda, Casquet optó por un estilo propio que la hace sentir poderosa

Desde que renunció a vestir a la moda, Casquet optó por un estilo propio que la hace sentir poderosa

Javier Ocaña

Asumo que este punto de vista lo ha recibido también de otras mujeres.

Sí, efectivamente. Cuando empecé a expresar estas heridas individuales, empecé a leer otras realidades, a escuchar otras mujeres, especialmente también con mis amigas, y me di cuenta de que era una realidad bastante patente. Y sobre todo interactuando con hombres, en general. Y de ahí saqué otras dinámicas, como por ejemplo la frase “no es tu tipo, es tu patrón”. O la idea de cómo nosotras sobrefuncionamos en muchísimos aspectos para que otras personas infrafuncionen.

¿No se anima a escribir un libro parecido a este para orientar a los hombres? Lo necesitamos un poco...

No me leerían. La crítica palpable y lógica sería que obviamente soy una mujer, y por eso estoy hablando de cuestiones que no he vivido: yo no sé la soledad que pueden tener los hombres en muchos aspectos o cómo están condicionados a solucionar problemas sin importar el aspecto emocional, cómo se les han quitado ciertas emociones. No pueden ser los débiles, los frágiles, los vulnerables.

No puedo escribir sobre hombres porque estaría hablando de cuestiones que no he vivido”

Noemí Casquet

¿Y si un hombre escribe sobre las mujeres? Que los hay.

Pues igual, si un hombre escribe sobre la presión que puede tener una mujer, pues diría, vale, Paco, te lo has aprendido muy bien, pero no lo has vivenciado.

En el libro se expone usted de una manera muy descarnada, con testimonios, cronologías, hechos y fechas concretas.

He puesto mis heridas al servicio. La culpa la tiene el tarot, que fue quien me dijo, en una tirada: pon tus heridas al servicio. Para mí lo personal es político; y no me refiero a partidos políticos, sino a algo que nos entromete a toda la sociedad. Es algo sistémico, y tu realidad, mi realidad, la realidad de todos es política porque no tenemos libertad ni de pensamiento ni en muchas ocasiones de vivencia. Lo personal puede interferir en muchas otras realidades personales, de ahí que yo muestre tanto mis heridas, porque muchas mujeres se pueden sentir identificadas en ellas.

Para mí lo personal es político; y no me refiero a partidos políticos, sino a algo que nos entromete a toda la sociedad”

Noemí Casquet

¿Por qué es tan importante el tarot para usted?

Para mí es una guía para conectar con mi inconsciente, qué es lo que realmente quiero hacer. Utilizo el tarot, el oráculo, el péndulo, los registros akáshicos, porque es una forma de estar en conexión. Es como cuando estás en un escape room, que de repente no encuentras las pistas y preguntas: máster, ¿dónde está esto?, y te dan una pistita.

¿Pero cree en una trascendencia?

No es que crea en una trascendencia, es que la vivo patente. No puedo ocultar una realidad que puedo palpar. Tengo mucha conexión con el más allá y no es imaginaria, es real, casi científica de algún modo para mí. Es como si alguien me dice que esa pared no es roja y yo la veo roja, me parece increíble que tú no la veas roja. No digo que esto exista para todo el mundo, pero para mí sí, y creo que merece el respeto y el espacio que tiene en mi vida.

Tengo mucha conexión con el más allá y no es imaginaria, es real, casi científica de algún modo para mí”

Noemí Casquet

Identidad, poder, placer y amor. ¿Por qué esos cuatro pilares y no más ni menos ni otros?

Empecé con un montón de pilares, pero quise acotarlos. Primero, para que el libro no fuera eterno. Y segundo, porque creo que estos son muy importantes en la vida de todo ser humano. Y en este orden porque primero tenemos que saber quiénes somos; después, qué hacemos con lo que somos, que sería el poder; después, qué gusto nos da lo que somos, el placer, y por último, cómo interactuamos con los demás, que sería el amor, y con nosotros mismos y desde qué lugar. Y son pilares de insurrección femenina.

Repasemos.

Nuestra identidad ha estado totalmente anulada por la performance de lo que significa ser mujer. El poder: no hemos accedido a él y nos queda un buen camino por delante para una horizontalidad. El placer, ¿dónde está? En nuestro caso, está totalmente arrancado de muchos ámbitos. Y en cuanto al amor, nos han metido en la cabeza que el amor debe doler, que si está celoso es que te quiere y todas estas mierdas que tenemos que empezar a romper para amarnos primero a nosotras.

Portada de Pirómanas, el nuevo libro de Noemí Casquet

Portada de Pirómanas, el nuevo libro de Noemí Casquet

Javier Ocaña

¿Entregar la propia identidad es más propio de mujeres que de hombres?

Yo diría que nos atañe más a nosotras, porque de nos han dicho que tenemos que ser esa mujer ideal para el otro, estar al servicio del otro, ser las deseadas... Nosotras nos mimetizamos más hacia el ideal de la otra persona. En el caso de los hombres, creo que la identidad se construye a nivel sistémico para ser respetados. Se les da el manual de instrucciones. No va tanto de la otra persona como de la sociedad.

¿Y cómo se sale de esa renuncia a la identidad?

Poniéndole consciencia, para empezar, porque si no somos conscientes de que entregamos la identidad, poco podemos hacer. Preguntarnos y la autoobservación sincera es lo más importante.

¿Qué se siente cuando una se hace cargo de su poder?

Es el empoderamiento brutal. También sientes dolor, porque no puedes cambiar el sistema en el que vivimos. Pero cuando te haces cargo de tu identidad, de tu poder, de tu placer y de tu amor propio, la mirada deja de estar esperando a los demás y empieza a estar en ti. Y te pones en primer lugar. Y dejas de esperar porque dejas de estar esperando.

Cuando te haces cargo de tu identidad, tu poder, tu placer y tu amor propio, te pones en primer lugar”

Noemí Casquet

¿Y qué se experimenta al tomar las riendas de la propia energía sexual y el propio placer?

Pues que el sexo no es lo que nos habían contado. ¡Uf, dista mucho de la realidad! De una posible realidad. Para quien haya tenido experiencias con drogas alucinógenas o plantas, es casi lo mismo, pero natural, con tu propio cuerpo y con mucho placer. Son estados alterados de conciencia, es un trance absoluto, la capacidad de tener placer sin meter los genitales en el juego, simplemente existiendo con tu propio cuerpo, y además... cómo describirlo... es casi tocar la muerte en vida.

En el libro habla de tantra y otras prácticas. ¿Requieren mucha práctica?

Habrá personas que requieran entrenamiento y otras que no tanto. Es como cuando vas al gimnasio. Ves cuerpos musculosos y dices, Dios, ¿puedo llegar ahí? Hay personas que por genética lo tienen más fácil. Más que genética, en este caso, es la mochila que cargamos. Si has tenido una educación mucho más conservadora o más trauma con respecto a la sexualidad, vas a tener que liberarte de muchas cuestiones. Pero todas las personas podemos llegar a un lugar muy interesante.

Estamos aquí gracias a dos células sexuales. La gran mayoría venimos de un polvazo, ¡esperemos!”

Noemí Casquet

Es interesante como habla del sexo femenino sin el sexo como lo entiende la mayoría de las personas.

Es que el sexo también tiene mucha carga estructural y sistémica. Nuestra sexualidad ha sido muy perseguida durante mucho tiempo, y eso que el sexo es lo que nos ha dado la vida. Estamos aquí gracias a dos células sexuales, todo lo que eres es sexo. La gran mayoría venimos de un polvazo, ¡esperemos! Es parte de nuestra esencia, ¿cómo no nos va a llevar a estados alterados de conciencia? Durante esos momentos en los que estás teniendo un orgasmo, dejas de pensar, en ese momento empiezas a ser y a estar. El sexo es una herramienta de meditación, solo tenemos que empezar a aplicarla como tal y darnos cuenta de la potencia que puede tener.

En mi opinión, el cuestionario más difícil del libro es el del patrón de pareja.

Hay otros patrones: de ser el salvador, de ser el que todo lo aguanta. Hay relaciones tóxicas hacia todos los lados. Y por supuesto que el patrón de sobrefuncionamiento, el patrón de querer la adicción a ciertas relaciones tóxicas, a cómo nos lleva a ese estado, es una adicción que podría ser como el alcohol o las drogas.

Su concepto del amor propio no es el que se entiende comúnmente.

Yo vivo el amor propio mucho desde la autocompasión. Se nos ha vendido que el amor propio es verte en el espejo y tener que decirte todo el día qué bueno estás, estoy buenísima, me voy a comer el mundo. Pero eso es irreal. Intento bajar un poco. Para mí el amor propio es ser autocompasiva, darme también momentos de descanso. Si un día te miras al espejo y dices, pues hoy no me veo tan bien, y te tienes el respeto de no insultarte, de no humillarte, creo que ahí se construye ese amor propio.

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¿Cree que la situación de las mujeres está cambiando a mejor?

Sí, sin duda está cambiando porque si miramos hace unos años atrás, cómo se está hablando de ciertas cuestiones como el consentimiento, de nuestro placer, de nuestro deseo, de nuestra sexualidad, del clítoris, de la carga que tenemos mental y física, de la corresponsabilidad, todo se está hablando y hemos avanzado mucho. El problema es que muchas veces no somos conscientes de todo lo que ya hemos recorrido. Invito a mirar también a nuestro pasado, solo por dar las gracias y honrar a las que pusieron el cuerpo antes, que gracias a ellas estamos nosotras aquí. Ser conscientes del camino recorrido nos da mucha fuerza para seguir luchando.

¿Qué peligros ve hacia el futuro?

Veo un peligro más de lucha, de poca escucha, de poca comprensión, de polaridades, de extremos. Cada vez tenemos más intransigencia hacia ideologías que no están tan cercanas a la nuestra e incluso entre personas que de base están en el mismo movimiento social. Estamos repartiendo carnets muy fácil, carnet de feminista, de machista, de tal. Siento que hay mucho batiburrillo a nivel social y nos estamos escuchando poco e insultando mucho. Hay cada vez más hate en redes, más crítica, e intuyo que el futuro va a ir un poco por ahí hasta que reviente todo.

¿Y dentro del feminismo?

Dentro del feminismo ya nos estamos dando cuenta de que estar peleadas entre nosotras no nos hace un favor. Y estamos empezando a escucharnos, aunque en una de las cuestiones no estemos ciento por ciento de acuerdo. Tenemos un espacio de debate y no de insulto o de cancelación. O ese es el movimiento social en el que espero que estemos. Y por el que lucho. Y esto ojalá esté llevado a toda la sociedad. Me encantaría sentarme con hombres a que me hablen de su perspectiva y a contarles la mía.

Dentro del feminismo ya nos estamos dando cuenta de que estar peleadas entre nosotras no nos hace un favor”

Noemí Casquet

Hay un momento en el libro en el que habla de su manera de vestir, cómo ha intervenido en su armario, que ha renunciado a la moda.

Antes vestía de traje porque entendía que el poder era eso, traje, tacones, lencería y beber alcohol. Uno de los puntos de fuga de dinero más grandes que tenemos las mujeres tiene que ver con las necesidades que el sistema nos crea: ropa, skin care, maquillaje, peluquería y las uñas, perdemos mucho tiempo y mucho dinero. ¿Nos gusta? A mí me gusta hacerme las uñas, porque me parece muy creativo, pero ¿es necesario? Esta es la cuestión. A veces haces las cosas no tanto por necesidad, sino porque realmente te gusta.

En algunos grandes almacenes hay tres plantas de ropa femenina y una para hombres…

Ahí es donde nos deberían saltar las alarmas. Sin duda, un ámbito de insurrección es decir: la ropa que te pones ¿es realmente quien eres, te identificas? Si dices, sí, soy yo, y esto me da poder, podemos entrar a esta ropa sí, esta ropa no, independientemente de la moda. Y yo también soy esclava de esta dinámica, porque ya ves que estoy maquillada y tengo las uñas hechas. Hay mucho que deconstruir todavía.

¿Pero lo hace por elección? Porque usted ha reflexionado sobre esto.

Sí, pero aun así, como digo en el libro, hay una frase de Margaret Atwood que dice que todas las mujeres tenemos un hombre voyeur en nuestra cabeza que nos dice lo que tenemos que hacer. Por más que nos deconstruyamos y seamos conscientes, hemos sido educadas y aleccionadas dentro de un sistema específico. Soy consciente de que si no me depilo, me da inseguridad, porque yo me gusto más depilada, pero ¿me gusto más depilada porque realmente me gusto yo más depilada, o porque me han dicho que así estoy más guapa y lo he interiorizado tanto que creo que es mi gusto? Y eso creo que nunca lo voy a poder descifrar porque forma parte de nuestra educación.

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