Najwa Nimri lleva más de dos décadas en la industria audiovisual. Su carrera ha pasado por el cine de autor, el pop electrónico, el thriller televisivo y hasta fenómenos globales como La casa de papel. Nunca ha sido una actriz predecible ni fácilmente encasillable. Tampoco se ha mostrado especialmente interesada en explicarse. Pero en una entrevista reciente, ofreció una mirada clara y personal sobre lo que, para ella, define su presente: saber con quién se rodea.
“A mis 50 años, puedo decir que estoy llegando a la conclusión de que lo más importante es quién te rodea”, afirma en una entrevista para elDiarioes. “No lo sabes con los 20, sí lo sabes a los 50. Estar mal rodeado te cuesta la carrera, la vida, todo”.

La actriz Najwa Nimri
Y puede parecer algo obvio, pero en una industria tan inestable como la artística, rodearse bien no es solo una cuestión emocional. Es también una forma de sostenerse, de no perder perspectiva. “La gente que me rodea no es así, y ese no es mi día a día. Se nota”, dice Najwa, refiriéndose a personas que no viven pensando con subir, destacar o comprobar todo continuamente si merecen lo que tienen.
Ese entorno sano, según ella, ha sido clave para no caer en ciertas dinámicas destructivas. “Es difícil no quemarse si no tienes claro quién soy, lo lejos que he llegado, por qué estoy aquí ahora, este no es mi lugar, si merezco esto, merezco aquello. No respiro ahí”.
Y no es que no haya atravesado etapas complicadas. Las ha tenido, como cualquiera que lleva años en un oficio tan expuesto. “¿Ha habido muchos momentos bajos en tu carrera? Sí, los ha habido”, reconoce. Aunque dice que nunca llegó a plantearse dejarlo: “¿Te cuesta, esos momentos, replantearte esta profesión, que también es difícil? No. ¿Siempre has tenido muy claro que esto era todo? No, no lo planteo”.
Lejos del relato del artista que se reinventa desde el fondo, Najwa describe algo más crudo y cotidiano: “No me importó, porque realmente no me importa si es creíble o no, pero lo que me permite regresar con mucha tranquilidad es que cuando estaba de baja, no me di cuenta. Pensé que estaba igual de arriba. Por eso no estoy quemada”. Esa manera de navegar los altibajos no viene, según sus palabras, de una estrategia o una filosofía, sino de las personas que ha tenido al lado. Y ahí se instala el centro de su discurso: saber quién te rodea, confiar en esas presencias, construir con ellas algo que va más allá del trabajo. Familia, amigos, colaboradores: gente que no te hace dudar de ti constantemente, que no exige que siempre estés fuerte ni que estés “arriba”.

Najwa Nimrri fue la segunda invitada de Broncano
Esa misma lógica la aplica también a su forma de mirar el pasado. “No tengo mucha morriña, no mucho. A veces lloro con mi hijo para que vea que estoy más cerca de lo que él cree que no soy. No tiendo a mirar al pasado, y es un error, porque no puedes avanzar si no lo haces”. Del futuro no habla con ilusión desbordada. Lo vive con respeto y cierta inquietud. “¿Y el futuro? Mogollón. Es horrible. O sea, crear. Proyectar. Pero no me proyecto a mí en un status. Mi ambición nunca ha estado dirigida a mí”.
Ahora está más centrada en escribir y desarrollar ideas fuera de cámara. “Estamos en una nueva etapa creativa. Me encantaría crear historias y necesariamente no estar siempre frente a ellas”. ¿Dirigir? “No, escribir”, ¿Producir? “Producir también, porque estás contando lo que está pasando”. Y aunque siempre ha estado aportando ideas, ahora busca hacerlo desde un lugar más reconocido. “Muchas de las ideas que aporto son bien recibidas. Imagina cobrar por ello. Ya estamos trabajando en eso”.