Unas reglas firmes dentro de casa marcaron la forma en la que Julia Roberts y su marido, Danny Moder, decidieron criar a sus tres hijos. La actriz contó en una entrevista publicada por 72 Magazine junto a George Clooney que eran considerados padres severos en comparación con otros de su entorno. “Habríamos sido considerados de los padres más estrictos. No es que estuviéramos imponiendo la ley, pero estas son las reglas y no cambian. Aquí está el límite de tu vida y no se mueve”, afirmó la intérprete.
El tema surgió cuando Clooney, padre de mellizos de 8 años, le preguntó cómo habían manejado el uso de internet y de los móviles. El actor comentó que le inquieta que los errores cometidos en la adolescencia queden registrados para siempre y recordó que, en su época, eso no ocurría.
George Clooney mostró su inquietud por la exposición digital de los adolescentes
El veterano actor señaló que “los riesgos son mucho más grandes y las consecuencias te acompañan durante mucho más tiempo”, antes de añadir que procura mantener a sus hijos lejos de la red, aunque reconoce que parte de sus tareas escolares dependen del ordenador.
Modelo educativo coherente
En casa establecieron hábitos sencillos que marcaron el día a día de los niños
Roberts explicó que sus hijos estaban entre los últimos de su grupo en tener teléfono, una decisión que encajaba con la idea de establecer normas claras y estables en casa. Subrayó que en su familia no existían respuestas distintas dependiendo de si se preguntaba al padre o a la madre, lo que transmitía seguridad a los niños. Según la actriz, ese acuerdo les permitió crecer dentro de “un mundo fijo de amor y seguridad que existe de forma incondicional”.
En otra parte de la conversación, Roberts relató que en su casa seguían reglas simples, como dejar los dispositivos en una zona de carga común o no permitir móviles en la mesa. Admitió que sus hijos podían usarlos cuando era necesario, pero siempre bajo esos criterios básicos. También explicó que incluso hoy mantiene el mismo estilo: se preocupa por su descanso, por si están enfermos o por asegurarse de que avisen cuando llegan a casa.
Hoy, con sus hijos ya adultos, Roberts mantiene la satisfacción de haber defendido un estilo de crianza que muchos considerarían estricto, pero que para ella fue simplemente coherente. Y parece que la firmeza ha dado sus frutos.

