José Miguel Conejo Torres, conocido popularmente como Leiva, es uno de los artistas más populares de nuestro país. El cantautor madrileño, de 45 años, saltó a la fama en 1999 cuando formó parte de Pereza, la famosa banda de pop rock con la que grabó seis proyectos discográficos. Y aunque se separaron en 2012, sus éxitos siguen formando parte de la historia de la música española.
La inconfundible voz de Leiva fue, sin duda, parte de su éxito. algo que también se ha mantenido a lo largo de su carrera en solitario. Sin embargo, también ha tenido que hacer frente a altibajos en su trayectoria, como sus problemas de voz. Una parte de su vida que ha querido explorar en Hasta que me quede sin voz, la película documental que llegó a los cines este pasado 17 de octubre.
Sobre esta batalla emocional que está librando contra su afonía se pronunciaba en una reciente con Carlos Francino en el programa La Ventana de Cadena Ser. ''En ese momento, me asusté un montón porque yo estaba encadenando muchas afonías y en ese momento no sabía si esto si me iba a permitir poder ejercer mi oficio, cantar'', comenzaba diciendo.
A pesar del miedo, el artista reconocía que con el tiempo comenzó a entender que tenía adaptarse a su nueva realidad. ''Es una patología que tengo y con la que tengo que convivir y me permite cantar. Por lo tanto, veo el el vaso medio lleno y además no es una enfermedad grave, es un problema muy desgastante, muy molesto, que me obstaculiza mucho en mi oficio, pero me permite hacerlo, por lo tanto estoy contento'', confesaba.
El cantante Leiva en una imagen de archivo
''Te permite hacerlo a base de pasar por quirófano cada vez que te vas de gira'', recalcaba el presentador. ''Sí, sí, sí tengo que tener cuidado. En principio, lo que debo hacer es pasar por quirófano como unos 6 o 7 meses antes de ir de gira'', confirmaba el cantante.
Y es que tal y como relataba, la peor parte es, sin duda, el postoperatorio. ''Además de lo latoso que es eso, porque el postoperatorio te deja afónico muchos meses, es simplemente algo, un aspecto de la vida que a mí me molesta mucho, que es perder el margen de improvisación. Tienes que tener planes y eso me, eso es lo que más me molesta'', reconocía.

