Tamara Falcó se encuentra en un momento de cambio en su vida. La marquesa de Griñón ha decidido mantener su mente ocupada y seguir los pasos de Íñigo Onieva, convirtiéndose en toda una deportista. Pese a que nunca le ha gustado demasiado tener que hacer ejercicio, tiene claro que ha llegado el momento de ponerse manos a la obra cueste lo que cueste.
Tras meses de duro trabajo, la hija de Isabel Preylser ya está notando los primeros cambios en su cuerpo. Sin embargo, ha llegado a sentir cierta frustración al ver que no está siendo tan rápido como ella había imaginado.
Tamara Falcó
“En enero decidí que quería cuidarme de verdad. Empecé con un nuevo entrenador. Es un entrenamiento muy militar, y a mí ese método me va muy bien. Recuerdo que en una clase le dije que iba a vomitar, y me respondió: 'Vomita, no pasa nada, y después seguimos'”, ha confesado ella misma en una reciente entrevista para ABC.
Unas declaraciones con las que también ha puesto sobre la mesa lo mal que lo ha pasado al ver que nadie se daba cuenta de su pérdida de peso en los primeros meses: “Los resultados tardan en notarse y son momentos frustrantes porque me estanqué”.
Tamara Falcó: “Soy una vaga de libro”
Pese a todo, hace unas semanas acudió al desfile de Pedro del Hierro y fue allí cuando los periodistas presentes se dieron cuenta de este cambio físico del que ella misma se siente muy orgullosa. Y no es de extrañar teniendo en cuenta el esfuerzo mental que le supone tener que hacer deporte.
”Hay un momento en el que me emociono, pero a los 6 días no me apetece. Hay gente que tiene mucha disciplina, aunque creo que yo también, porque llevo desde abril”, aseguró ante los medios, afirmando que es una “vaga de libro”.
Tamara Falcó, con su nueva imagen
Un esfuerzo que está dispuesta a hacer para lograr sus objetivos. Por ello, junto a su entrenador ha planteado una rutina de ejercicios de 5 o 6 días a la semana en la que gasta, como mínimo, 45 minutos. HIIT, cardio, pesas y otro tipo de ejercicios, son algunas de las disciplinas que lleva a cabo de forma alterna para no verse superada por la monotonía.
Pero esta nueva faceta deportiva de la marquesa de Griñón no le viene de forma repentina. Y es que decidió seguir los consejos que le ofrecía su propio esposo para poder llevar una vida sana. El deporte es indispensable en la vida de Íñigo Onieva, que no duda en participar en competiciones a lo largo del mundo.
