El camino de Santiago, placer de otoño: guía práctica para peregrinos primerizos

'Tips'

Recomendaciones a tener en cuenta antes y después del peregrinaje

Una peregrina en el Camino portugués a principio de otoño

Una peregrina en el Camino portugués a principio de otoño

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El Camino de Santiago es una ruta que permite moldear la experiencia al gusto del peregrino: qué variante hacer, desde dónde empezar, cuántos kilómetros recorrer por jornada, y hasta cuántos días dedicarle a la travesía. Pero, sea cual sea la elección, hay algunos consejos que pueden ser útiles a todos ellos.

En este artículo te contaremos las consideraciones que pueden mejorar tu primera aventura en uno de los recorridos de peregrinación más famosos y antiguos del mundo. Parte de la magia del Camino consiste en dejarse sorprender por las casualidades del mismo, pero hay algunos detalles que querrás tener en cuenta y saber de antemano.

1. El cuidado de los pies

Elegir un buen calzado es fundamental durante la ruta

Elegir un buen calzado es fundamental durante la ruta

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Parece una obviedad, pero lo más importante es tu calzado: tus pies serán el motor de tu viaje. Por eso, es clave que tengas unas zapatillas o botas de trekking que sean cómodas y livianas.

Si decides comprarte un par nuevo especialmente para esta expedición, te recomendamos que lo pruebes varias veces antes de hacer el Camino. Además, si el calzado es impermeable, mejor; el clima es una variable ineludible en el peregrinaje, y en lo posible, hay que estar listos para todo.

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Otro cuidado extra que puedes dar a tus pies es el uso de vaselina o algún lubricante. Muchos peregrinos lo aplican antes de empezar a caminar, especialmente en las zonas de más roce para evitar que salgan ampollas. Y por si todo esto no fuese suficiente, y las ampollas aparecieran, puedes sumar a tu mochila un kit con algunos parches para aliviar posibles molestias.

2. Elegir la estación del año

Este es uno de los principales aspectos que tienes que pensar antes de armar tu viaje: si bien todas las estaciones son posibles para hacer la peregrinación, algunas son más amables que otras o requieren de una organización mayor.

En algunas épocas del año el Camino está muy transitado

En algunas épocas del año el Camino está muy transitado

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En verano deberás tener en cuenta que habrá una gran parte del día en la que el calor sea realmente agobiante y dificulte la caminata. Además, otra característica no tan favorable es la gran cantidad de gente. No solo vivirás una experiencia un tanto alejada de la travesía en medio de la soledad de la naturaleza, sino que además deberás prever con anticipación el alojamiento.

Los refugios tienen un número limitado de camas, por lo que deberás asegurarte de llegar temprano para encontrar sitio. Algunos albergues permiten hacer reservas, pero la mayoría distribuye sus camas por orden de llegada. Así que, si no eres de los más veloces, procura salir a primera hora de la mañana.

La peor pesadilla del peregrino es llegar exhausto y que, ante la falta de sitio, deba caminar hasta el siguiente pueblo

Por su parte, el invierno tiene la obvia desventaja de contar con muy bajas temperaturas e incluso, nevadas. En los puntos más altos del camino, a 1.400 metros de altura, puedes llegar a tener que andar bajo la nieve.

Además, los meses más fríos coinciden con la temporada de lluvias. Por ende, esto no sólo puede hacer más difícil transitar algunos tramos, sino que además te obligará a prestar mayor atención a la impermeabilidad de tu equipo.

En el caso de la primavera y el otoño, hay mejor clima y las temperaturas no son tan extremas. Otra facilidad es que suelen ser momentos del año menos concurridos; puedes disfrutar de la tranquilidad del Camino y será más fácil conseguir alojamiento.

Es importante tener en cuenta la impermeabilidad del equipaje

Es importante tener en cuenta la impermeabilidad del equipaje

Florencia Dopazo

De todos modos, te aconsejamos siempre procurar llegar temprano a destino para asegurarte una cama. La peor pesadilla del peregrino es llegar exhausto y que, ante la falta de sitio, la única solución sea caminar otro puñado de kilómetros hasta el siguiente pueblo.

3. Tu cuerpo es tu medio de transporte

Sea cual sea la temporada que elijas, recuerda que debes ocuparte de hidratarte y alimentarte a conciencia. Tu cuerpo es tu medio de transporte y debes darle todo lo que necesita para rendir bien.

Para la gran mayoría de las personas, la peregrinación requerirá un esfuerzo físico que nunca antes ha vivido. Por eso es importante escuchar y cuidar tu cuerpo. Algo fundamental que puedes hacer tras finalizar la caminata diaria, es hacer estiramientos. Será un pequeño mimo para los músculos, a los que al día siguiente le pediremos ir a por más.

4. Camina liviano

Este es el consejo más importante, y el que me hubiese gustado escuchar antes de mi primer Camino: no cargues mucho peso en tu mochila. Pasarás cinco, ocho o hasta diez horas al día caminando, y ese peso deberás cargarlo en tu espalda todo ese tiempo.

Peregreinos en la etapa entre Roncesvalles-Zubiri

Peregrinos en la etapa entre Roncesvalles-Zubiri

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Es importante llevar contigo agua y algunos snacks, pero siempre puedes consultar antes a cuántos kilómetros encontrarás un pueblo que provea servicios (para eso serán muy útiles las aplicaciones que puedes descargar en el móvil y de las que hablaremos más adelante).

Además, en muchos albergues puedes lavar tu ropa, así que tampoco acumules demasiadas prendas, no las necesitarás.

Por otra parte, hay disponible un servicio de transporte de equipaje: puedes pedir que lleven tu mochila hasta el próximo albergue en el que te dormirás. Claro que para esto deberás tener planeado de antemano cada alojamiento en tu recorrido.

5. La Credencial del Peregrino

Un peregrino revisa su credencial frente a la catedral de Santiago

Un peregrino revisa su credencial frente a la catedral de Santiago

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Es uno de los detalles más especiales del viaje. Se trata de una libreta en la que apuntarás todas las etapas que hagas, y en la cual deberás recolectar sellos en los distintos pueblos. Puedes encontrarlos en iglesias, bares, restaurantes o albergues.

Luego, cuando llegues a Santiago, esa credencial será la prueba de los kilómetros que recorriste. Si completas más de 100 kilómetros a pie o 200 en bicicleta, serás merecedor de la Compostela, un certificado que te recordará para siempre tu esfuerzo.

6. Aplicaciones útiles

Hay algunas aplicaciones que te serán de gran ayuda. Una de ellas es Buen Camino; te servirá para ver las etapas del tramo que decidas hacer. Puedes consultar los servicios que hay disponibles en cada pueblo: si cuentan con cafés, restaurantes, lavadoras o wifi. Además, sirve para saber qué opciones de hospedaje hay y cuántas plazas tiene cada una.

Gronze Maps permite informa de los kilómetros de cada etapa, la dificultad, el tiempo y el paisaje 

También puedes usar la app Camino de Santiago en Galicia, de la Xunta de Galicia, en la que hay información de cada etapa y el listado de albergues públicos que podrás encontrar.

Finalmente, te aconsejamos consultar Gronze Maps, donde también podrás ver la cantidad de kilómetros de cada etapa, qué nivel de dificultad tienen, cuántas horas requieren y cuán encantador será el paisaje que te rodee mientras caminas.

7., Tú camino lo organizas tú

El peregrino puede diseñar un itinerario a su medida

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Florencia Dopazo

La peregrinación a Santiago de Compostela tiene variantes. Aunque la más conocida -y, por lo tanto, la más concurrida- es la del Camino francés, hay otras posibilidades: el Camino portugués, el Camino del norte, el Camino primitivo, la vía de la plata, el Camino inglés, el Camino de Fisterra y Muxía.

Una vez que decidas cuál harás, puedes escoger desde qué etapa iniciarás el recorrido. Puedes determinarlo según la cantidad de kilómetros que desees realizar y el número de días que quieras dedicarle.

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Por ejemplo, el francés comienza en Saint-Jean-Pied-de-Port y tiene un total de 780 kilómetros hasta Santiago. Puedes hacerlo completo, elegir un punto medio para comenzar, como podría ser León, o hacer el tramo final desde Sarria, de 115 kilómetros.

En definitiva, el Camino se adapta a ti. Y esa es una gran noticia. Si tienes ganas de realizar este viaje, sólo debes ajustarlo a tus gustos y deseos. Y puede que sea el primero de muchos ya que, como dicen, una vez que haces el Camino, sientes el deseo de volver a recorrerlo.

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