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Navegando por el Li, el río chino que inspiró las montañas de ‘Dragon Ball’

Curiosidades

Las 20.000 colinas, de nombres pintorescos, evocan los antiguos rollos de pintura china

Un pescador tradicional en el río Li

Getty Images

Al surcar el río Li, el paisaje se despliega como un antiguo rollo de pintura china. A izquierda y derecha, desfilan colinas de formas caprichosas. “Las 20.000 colinas”, las llaman hiperbólicamente. Se encuentran en la prefectura de Guilin, en el suroeste de China, es uno de los parajes naturales más bellos del país.

Los cruceros desde Guilin a Yangshuo, siguiendo corriente abajo, tardan unas cuatro o cinco horas –dependiendo del tipo de embarcación y las condiciones del río– en completar la distancia de algo más de 80 kilómetros. Los meandros aumentan, si cabe, el efecto sorpresa. Tras cada recodo, se desvelan nuevas formaciones.

Las alas del murciélago

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Muchas de ellas llevan nombres imaginativos: “la cabeza del delfín”, “la oreja del gato”, “las alas del murciélago”, “la pintura de los nueve caballos”, “la corona”, “el pincel del artista”, “la manzana sin rabito”... Algunas incluso tienen su propia leyenda. Es el caso de “la madre y el hijo”: cuentan que ambos se consumieron de pena y quedaron petrificados, tras esperar varios años al padre de familia, que había partido a trabajar en construcción de la Gran Muralla.

Uno de los escenarios más populares es el que se conoce como “el del billete de 20 yuanes”. En efecto, es el que aparece en su reverso... Y llegado a ese punto del trayecto, se desata una competición entre los pasajeros para sacar la mejor instantánea con el billete en las manos y el paisaje al fondo. Los guías sacan a relucir entonces un antiguo proverbio: “Las montañas y las aguas de Guilin son las más bellas bajo el cielo”. Aseguran que muchos poetas buscaban la inspiración en estos andurriales y dejaban sus versos escritos en los pabellones o grabados en las piedras.

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Claro que, para los fans de Dragon Ball, las colinas del río Li son las de la serie manga. Y razón no les falta... Según los investigadores de la saga –sí, haberlos haylos–, el creador Akira Toriyama visitó este lugar con su mujer en 1984 con el propósito de recolectar referencias visuales para su nueva obra. De hecho, el bosque donde aparece por primera vez Son Goku –el protagonista– parece sacado de este entorno.

Lo que caracteriza esos cerros son sus perfiles esbeltos cubiertos de vegetación exuberante, creando un relieve de agujas entre valles verdes. Están formados por roca caliza sometida a un largo proceso de disolución por aguas ácidas. También se pueden ver grutas profundas, cañones y acantilados imponentes.

La fila de cruceros se pierde en el horizonte

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Si algo desluce el panorama es la masificación turística. Aunque puestos a echarle espíritu poético, la procesión de cruceros en fila india se asemeja a un dragón serpenteante... En cuanto a la lluvia –en Guilin, dicen que es tan súbita e imprevisible “como el llanto de un niño”–, pues tiene su encanto. De repente difumina el entorno, creando esa sensación de vacío que transmite serenidad y calma en la pintura china.

Al llegar a Yangshuo, sorpresa. Encontramos las tradicionales barcas de bambú para la pesca con cormorán –aparentemente como atracción turística–; y junto a ellas, numerosas jóvenes en plena sesión de fotos. Casi todas lucen vestidos de la etnia miao, con profusión de ornamentos de plata: coronas, pendientes, collares, brazaletes... Se trata de una experiencia cultural destinada al turismo interno. De hecho, las imágenes con ropajes étnicos se han convertido en una moda en las redes del país.

La diversidad étnica constituye asimismo el hilo conductor del espectáculo más famoso de la ciudad. Titulado Impression Sanjie Liu, es un show de masas que moviliza a más de 600 participantes; en su mayoría, campesinos y pescadores de la zona. Como telón de fondo, el río y las colinas iluminadas. El montaje lleva la firma del cineasta Zhang Yimou, quien también fue el responsable de la ceremonia de apertura de los Juegos de Pekín de 2008.

Joven con vestido de la etnia miao, en plena sesión de fotos sobre una barca de bambú

V.V.

Se basa en la historia de una cantante legendaria, Liu Sanjie, de la etnia zhuang. Con la extraordinaria belleza de su voz, denunciaba las injusticias contra el pueblo y alentaba a combatirlas. Ello llevó a los señores feudales y terratenientes a hacer lo necesario para silenciarla. Ante el riesgo de morir o que los aldeanos muriesen por ella, Liu Sanjie se lanzó a un lago. Y en el mismo momento de tocar el agua, se transformó en una inmortal.