Todo el mundo tiene en su cabeza una larga lista de lugares a los que le gustaría ir alguna vez en la vida. No suelen faltar los sitios más típicos como EE.UU., Cancún, las Islas Fiji, etcétera. Muchos países emblemáticos y otros que tienen las playas paradisíacas como principal atractivo. No obstante, en el otro lado de la moneda se encuentran sitios donde prácticamente nadie quiere ir. Esto puede deberse a su localización o a su situación particular. En una isla perdida del Pacífico, el aeropuerto permanece en silencio casi todo el año. Apenas 200 viajeros se atreven a pisar Nauru, el país menos visitado y uno de los más pequeños del mundo.
Nauru es un país soberano que apenas tiene una extensión de 21 kilómetros cuadrados. Solo tiene a dos estados más pequeños por delante: la Ciudad del Vaticano y el Principado de Mónaco. Hablando en términos españoles, esta nación oceánica es de menor tamaño que pueblos como Torreblanca en Castellón o Mara en Zaragoza, el cual apenas tiene 160 habitantes. En el caso de Nauru supera los 10.000, por lo que tiene poca población.
El descubrimiento del fosfato, una bendición y una condena para la isla
Eso sí, prácticamente nadie sabe que este lugar llegó a ser uno de los países más ricos del mundo en términos de PIB per cápita. Nauru, una isla diminuta y olvidada, esconde una historia de riqueza y soledad. A inicios del siglo XX se descubrieron depósitos de fosfato, que se utiliza como fertilizante. La explotación de estos recursos trajo riqueza a la isla, pero también corrupción y dependencia de las subvenciones estatales. Además, llegó un punto que el fosfato se acabó y el 90% del suelo se convirtió en no cultivable, según datos publicados en mundoobrero.es. En Nauru, el tiempo parece detenerse entre el eco de un pasado rico y el silencio del presente.
¿Qué es lo que convirtió a Nauru en el país menos visitado del mundo? Principalmente su localización: desde España se tardarían unas 40 horas para llegar hasta allí, teniendo que tomar hasta cuatro vuelos para poder alcanzar el aeropuerto de Yaren. Este lugar es la localidad más grande de la isla pero no su capital, ya que no cuenta con una reconocida.
Otra razón que puede influir en su falta de turismo es la inadecuada infraestructura que existe. Solo hay un aeropuerto en toda la isla, algo lógico tratándose de un territorio tan pequeño. Pero es que solo hay dos hoteles y ni siquiera son de gran tamaño, lo que hace prácticamente imposible la recepción de grandes masas de personas. El silencio en Nauru es tan profundo que el rumor del océano parece un susurro constante.
Mientras que países similares reciben miles de turistas, según datos de la Organización Mundial de Turismo Nauru apenas superó los 200 en 2023. Pero esta tendencia podría estar cambiando en los tiempos más recientes. Según un comunicado emitido por Nauru Airlines, la aerolínea nacional, en 2024 “el número de turistas ha subido un 94% respecto a 2023. La curiosidad de los viajeros por nuestro país nunca ha sido tan grande, principalmente debido al marketing 'boca a boca'”. El país menos visitado del mundo se estaría preparando para dejar de serlo.
La bandera de Nauru
Gracias a la expansión de las redes sociales, muchos blogueros y youtubers han acudido a dicha isla para mostrar qué es lo que tienen de especial. Uno de ellos es Ramilla de Aventura, andaluz y especializado en viajes poco comunes. Este youtuber acudió a Nauru a finales de 2023 y pasó una semana allí, donde pudo ver cosas como las infraestructuras usadas para extracción de fosfatos y que acabaron con la riqueza de la isla. Para darse cuenta de lo pequeño que es, decidió dar la vuelta completa, y tardó “cuatro horas y media, poco más de 20 kilómetros” según sus propias palabras. Pero también sitios como playas y parajes naturales que bien vale la pena visitar. Para los pocos que llegan, Nauru es una mezcla de asombro y soledad, donde el silencio de las playas solo lo rompe el rumor del océano.

