Siete destinos para la 'microjubilación', el respiro temporal de la generación Z.

Decidir si se labora para subsistir o se existe para laborar constituye una encrucijada que muchísima gente se cuestiona, sobre todo en un entorno que empieza a oponerse al consumo desmedido, la celeridad cotidiana y la exigencia de producir al máximo. No obstante, los pioneros en manifestar su preocupación son los jóvenes de la generación Z, quienes rechazan el concepto de desempeñarse profesionalmente sin pausas hasta cumplir los 65 años.

En consecuencia, gran parte de la gente opta por la denominada “microjubilación”, una tendencia fomentada en redes sociales que sugiere gozar de la existencia, anteponer la salud emocional y reservar momentos para los viajes. Esta noción se basa en la obra La semana laboral de 4 horas de Timothy Ferriss, donde el escritor aboga por una vida plena frente a las carreras profesionales extenuantes.

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Bajo este panorama, numerosos turistas ya evalúan qué lugares seleccionar para su escapada corta del año entrante. Estas constituyen algunas de las alternativas con mayor demanda y sugerencia. 

Los integrantes de la generación Z prefieren lugares dinámicos, urbanos y a la vez tranquilos, siendo Chiang Mai uno de los puntos que mejor agrupa estas características. Esta ciudad tailandesa de los 300 templos resulta perfecta para turistas que deseen extender su estancia y convivir con la población local mediante clases de tailandés, charlas en inglés con monjes budistas, mercados nocturnos, locales de jazz étnico o rutas de senderismo por el próximo sendero del Monje, repleto de templos y saltos de agua. A esto se deben añadir los costes reducidos de sus alojamientos y establecimientos de comida. 

Bastantes jóvenes que no disponen de los recursos para costear una gran travesía internacional se decantan por opciones como el voluntariado de intercambio, que permite colaborar en variadas fincas ecológicas o alojamientos globales a cambio de sustento y habitación. Herramientas como Workaway o Helpx enlazan a voluntarios con anfitriones por todo el globo, facilitando el descubrimiento de un paraje de un modo más real y asequible. Australia, el territorio con la mayor extensión de tierras orgánicas del globo, es una alternativa ideal para transitar por el resto de la nación, aunque otros sitios como Irlanda o Uruguay son asimismo muy aconsejables.

Bali representa uno de los parajes más singulares del planeta por su amalgama de entorno natural, misticismo y su facultad de atraer a muchísima gente que busca nuevas perspectivas y una cotidianidad alternativa. Pese a que el área sur de la isla de los dioses — recorriendo desde Seminyak hasta Canggu — concentra sectores masificados y dirigidos a criptoboys, surfistas y extranjeros, cabe la opción de adentrarse en el norte de Bali y puntos como Munduk, célebre por sus caídas de agua; o la frondosa zona de Sidemen, sitio idóneo para entablar un vínculo real con el medio ambiente.

México representa constantemente una excelente alternativa al referirnos a travesías memorables. Su cocina resulta cautivadora, junto a una infinidad de escenarios naturales, tradiciones emblemáticas, matices vibrantes y variados entornos. 

No obstante, al tratar sobre regiones donde extraviarse entre arenales e inmersiones culturales, Oaxaca capta toda la atención: partiendo de la magia tradicional de la urbe de Oaxaca de Juárez, llegando al litoral y puntos como el área metropolitana de Puerto Escondido, perfecto para trabajadores remotos; o Mazunte, repleto de costas vírgenes para desaparecer.

Tal como afirmaba el papel de Judi Dench en el exótico hotel Marigold, “India es como una ola: si te resistes, te derriba; pero si te zambulles en ella te llevará nadando al otro lado”. No le faltaba razón. La potencia asiática constituye la nación de los inicios y hallazgos, un lugar idóneo para acoger esas soluciones que buscamos mediante la espiritualidad, el cromatismo y una visión alternativa de la existencia. Hay diversos parajes, pero aconsejamos profundizar en el estado de Kerala, la Tierra de Dios, rebosante de palmeras, litorales bohemios y sus backwaters, un sistema de 900 kilómetros de conductos, caudales y ciénagas donde dedicarse a retiros de meditación Vipassana o pernoctaciones en posadas ecológicas gestionadas por familias de la zona. 

Aparte de sus majestuosas urbes imperiales protegidas por medinas, Marruecos brinda un abanico de opciones a lo largo de su litoral atlántico donde entregarse a la práctica del surf, las villas de pescadores y hospedajes asequibles: partiendo de la localidad albiazul de Esauira; llegando a Taghazout, un enclave bereber rodeado de arenales de ensueño como Abouda o Anchors Point; exposiciones artísticas, cafeterías bohemias y rincones para almas independientes que persiguen experiencias inéditas en este misterioso tramo del litoral. 

En relación con la generación Z y las fronteras del empleo, los jóvenes de Japón han puesto en aprietos este año a las mayores corporaciones del país nipón al anteponer su bienestar y equilibrio psicológico a sus puestos laborales. Se trata de una actitud cada vez más extendida que se une al interés de Occidente por la urbe tecnológica de Tokio, los izakayas de Osaka o el atractivo histórico de Kioto, entre las múltiples estampas que ofrece una nación que despierta el deseo de viajar de todo el mundo.