Los vídeos de animales suelen tener gran propularidad en las redes sociales. Si se trata de imágenes sorprendentes, de gestos entre amigos peludos de la misma especie o distina, o bien una hecho inusual entre ellos o con humanos, el interés que generan es todavía mayor. Es lo que ha ocurrido con un hombre y un pingüino.
En Nueva Zelanda
Los hechos
En Oamaru, Nueva Zelanda, un hombre llamado Merv Wilson entró en una joyería para recoger un reloj que había dejado para reparar, pero se encontró con una inesperada experiencia que sorprendió incluso a los empleados del establecimiento.
Mientras Wilson conversaba con el dueño de la tienda, este le hizo una curiosa pregunta: “¿Ese pato te siguió hasta aquí?”. Sorprendido, Wilson respondió que no tenía idea de lo que hablaba. Fue entonces cuando ambos descubrieron que no se trataba de un pato, sino de un pequeño pingüino que había entrado detrás de él al local. “Estábamos desconcertados sobre cómo había llegado allí”, comentó Wilson.
La joyería se encuentra cerca del mar, a unas pocas calles de distancia; por lo que no fue difícil imaginar que el pingüino había desviado su rumbo hasta el lugar. A pesar de su inesperada aparición, el ave, una cría de pingüino azul, no parecía asustada. “Estaba muy tranquila, no se veía realmente asustada”, relató Wilson. Además, el hombre incluso consideró levantar al pingüino, aunque decidió no hacerlo para no causarle estrés.
Rescatistas
Contactaron con los rescatistas de la zona
Ante la posibilidad de que el simpático amigo tuviera problemas para regresar por sí mismo al mar, los rescatistas de la Oamaru Blue Penguin Colony intervinieron para ayudar. Según explicó a The Dodo un portavoz de la organización, este tipo de encuentros no son tan raros en Oamaru.
Afortunadamente, el pequeño pingüino estaba en perfectas condiciones de salud y no necesitó cuidados adicionales, por lo que fue liberado de manera segura en su hábitat natural. “Ahora estará bien mar adentro”, aseguraron los rescatistas.Aunque el pingüino continuó su viaje, este curioso encuentro dejó una impresión duradera en Wilson. “Nunca había visto algo así”, confesó.