Cuando llega una mascota al hogar, es un momento de alegría. Es incorporar un miembro más a la familia ya creada, ya que al fin y al cabo estos animales van a pasar a ser un hijo y un hermano más.
Es por eso que se crea un vínculo afectivo bastante especial entre ambas especies, lo que hace que se le recuerde con cariño y amor cuando ya no está. Se guarda un lugar especial en el corazón para los peludos.
Los animales y las personas forman un gran vínculo afectivo
Paula Calvo es una experta en las relaciones entre los seres humano y los animales, algo que se conoce con el nombre de antrozoología. En su cuenta de Instagram ha explicado de dónde viene esa relación tan especial.
Calvo comenta que “en la Antigua Roma, los perros no eran solo guardianes o cazadores, eran parte de la familia”, por lo que es algo que se lleva dando desde hace más de dos mil años y no solo en la actualidad.
Acto seguido, la antrozoóloga ha contado cómo homenajeaban a sus perros cuando ya no estaban: “Cuando un perro moría, muchos recibían epitafios escritos en piedra, como los de 'nunca ladró sin razón' o 'Patricus, nunca más me darás mil besos'”.