En el mundo felino, los gatos naranjas llaman especialmente la atención por su pelaje brillante y sus característicos dibujos atigrados. Su color tan particular y su comportamiento curioso no pasan desapercibidos.
En este sentido, según comparte la experta en antrozoología Paula Calvo, la explicación está en la genética. Un descubrimiento reciente ha identificado una mutación única en mamíferos que determina su tonalidad y patrón y, además, desvela el motivo por el cual la mayoría de los gatos naranjas son machos.
Mutación genética
El gen ARHGAP36 y su activación inesperada
Investigadores de Estados Unidos y Japón han identificado que el color anaranjado surge por una pequeña mutación en el gen ARHGAP36, ubicado en el cromosoma X y que sufre una transformación. En el caso de los gatos naranjas, esta mutación provoca que este gen, habitualmente inactivo en las células de la piel, se active específicamente en las células pigmentarias.
El efecto de esta activación es notable, ya que se reduce la producción de pigmentos oscuros y se potencia la de pigmentos rojizos, dando lugar a ese tono naranja intenso tan característico. Según los expertos, se trata de un mecanismo evolutivo completamente único entre los mamíferos.
El 80 % de los gatos naranjas son machos
¿Por qué son mayoría los machos naranjas?
La presencia del gen en el cromosoma X explica esto:
- Los machos son XY, por lo que si su único X tiene la mutación, se manifiesta en todo su cuerpo.
- Las hembras (XX) necesitan dos copias mutadas para mostrar un pelaje completamente naranja.
- Por eso, aproximadamente el 80 % de los gatos naranjas son machos.
El gen actúa exclusivamente en la piel
¿Influye el color en su personalidad?
A pesar de las historias populares que les atribuyen carácter cariñoso o travieso, no existe evidencia científica que relacione directamente la mutación en el gen ARHGAP36 con cambios en el comportamiento. Es decir, el gen actúa exclusivamente en la piel.
Sin embargo, muchos dueños de gatos naranjas aseguran notar distintivo temperamento en ellos. Esta percepción podría estar influenciada por el hecho de que la mayoría de estos gatos son machos castrados, lo que puede favorecer un comportamiento más dócil.
El descubrimiento del gen ARHGAP36 y su función inusual en el pelaje felino revela también la riqueza del mundo genético más allá de los genes tradicionales de color. Y, aunque el mito sobre la personalidad de los gatos naranjas persiste entre algunos dueños, el verdadero valor de cada gato sigue estando en su experiencia única.