El nombre de Norman sigue presente en la vida de Jennifer Aniston más de una década después de su muerte. La actriz lleva tatuado en el pie el recuerdo de aquel perro que la acompañó durante años y que conoció de una manera tan particular que terminó marcando su historia personal.
Fue en plena grabación de Friends cuando se cruzó con él, en un rodaje en el que Norman no encajaba del todo, pero que acabó cambiando su destino para siempre.
Extraña propuesta
Un episodio de 'Friends' propició el primer contacto entre la actriz y Norman
En una entrevista en The Late Show with Stephen Colbert, Aniston recordó cómo apareció el perro en la serie: “Norman estaba en un episodio de Friends. El de Joey y Chandler cuidando del bebé de Ross, Ben, y se lo dejan en un autobús”.
La actriz explicó que, en medio de esa trama, se rodó una persecución por las calles de Nueva York con paseadores de perros cargados de correas, y allí estaba el que se convertiría en su primer compañero de cuatro patas.
Jennifer Aniston junto a Norman
Durante esa conversación, relató que se acercó a los entrenadores de animales con una idea clara: “Les dije que si alguna vez tenían un perro al que quisieran dar en adopción, yo estaba buscando”.
Según recordó, los responsables le contestaron con una propuesta inesperada, porque “tenemos un perro al que vamos a retirar porque es muy terco, no hace lo que le decimos y nunca llega a su marca”. Ese perro era Norman, y en ese momento dejó los rodajes para pasar a ser parte de su familia.
Aniston contó que el animal tenía apenas un año cuando se lo llevó a casa, y que a pesar de la corta edad vivió mucho tiempo a su lado. Desde entonces, esa relación quedó grabado en su piel con el tatuaje de su nombre, un detalle que refuerza la importancia que tuvo en su vida.
Aunque Norman murió en 2011, la actriz mantiene la costumbre de rodearse de perros. Hoy convive con Lord Chesterfield, un labrador, y Clyde, un cruce de schnauzer. Ambos, como Norman en su día, son adoptados, lo que deja claro que la elección de rescatar animales no fue algo pasajero, sino una decisión que mantiene con coherencia hasta hoy.
